Aunque muchos aún dudaban de que se volviera o pudiera celebrar una nueva edición de Eurovisión Junior, la organización del certamen musical insistió en que los niños participaran de la ilusión de una competición internacional y se sacó un as de la manga. Sin embargo, esta maniobra ha sido la desencadenante de la crisis de reputación para un concurso que incluso en las voces más inocentes, no se libra de la polémica. España, con la canción de Soleá, ‘Palante’, quedó en un meritorio tercer puesto a solo 67 votos de la ganadora, Francia. Este logro aquí sabe a gloria pero sobre el que se ha asomado la sombra de la duda. ¿Hubo fraude en la interpretación gala? Te contamos de qué se le acusa a Francia, y a otros dos países.
2LAS REDES ESTALLAN AL ESCUCHAR A FRANCIA
Así pues, a pesar de que las condiciones básicas de participación eran presentar al jurado profesional y a los votantes online una grabación en directo, las redes sociales pronto se dieron cuenta de que Francia, con su J’imagine de Valentina, ofrecía un registro musical inaudito. En España, todos los eurovisivos se sorprendieron con la capacidad vocal, excesiva a todas luces para una niña de su edad, y excesiva en todo caso para las actuaciones que había dado en ensayos y el propio concurso de Idol Kids Francia del que salió elegida para representar a Francia en Eurovisión Junior.
