El Ministerio Fiscal pide cuatro años de prisión para una mujer por un delito de falsedad en documento público y otro de estafa al simular que su pareja vivía para modificar su testamento. Además, le reclama una multa de 3.600 euros.
El escrito recoge los hechos por los que será juzgada este viernes, 22 de enero, a las 10,00 horas en la Audiencia Provincial de La Rioja. En el texto se señala que la acusada, de 56 años y nacida en Rumanía, mantuvo una relación sentimental con un hombre, cuyas iniciales eran D.C.C.T., que falleció en 2014.
Tras el fallecimiento de éste, la encausada -señala el escrito- «guiada por el ánimo de obtener un ilícito beneficio económico a costa del ajeno patrimonio» integró todos los bienes muebles, inmuebles y cuentas bancarias del fallecido, «simulando todavía que estaba vivo».
A partir de ahí, a mediados de agosto, concertó los servicios de un notario para que se acercara al domicilio que ambos compartieron, con el pretexto de que «aquél quería otorgar testamento, pero su enfermedad le impedía desplazarse hasta la notaría».
Una vez en la casa, el notario fue recibido por la acusada y por un hombre -que no ha sido identificado- que se hizo pasar por el ya fallecido, «presentándose postrado en la cama, portando una mascarilla que le tapaba nariz y boca y con un parecido suficiente para provocar en el notario, en las mencionadas circunstancias, la confusión en la identidad del causante, a la vista del DNI auténtico del fallecido del que disponía la investigada».
Mediante este engaño, el impostor otorgó testamento sobre la encausada «instituyendo heredera en todos sus bienes, acciones y derechos a la encausada y estampando una firma similar a la que figuraba en el DNI del fallecido». El 1 de septiembre de 2014, la persona a juzgar retiró una copia del testamento de la notaría.
Posteriormente, la encausada no disponía de efectivo para hacer frente al impuesto de sucesiones, por lo que ofertó a los cinco hermanos del fallecido la entrega de bienes, a cambio de que cada uno le abonara 1.000 euros a ella. Todo ello, teniendo en cuenta que su hermano fallecido les había otorgado testamento a ellos en el año 2000.
El patrimonio de D.C.C.T cuando murió era de un piso en Logroño, la mitad indivisa de una casa en Rabanera de Cameros (La Rioja), la mitad del saldo existente en cuenta bancaria, que ascendía aproximadamente a 17.726,00 euros, así como un coche, Seat Ibiza.
Por estos hechos, constitutivos de un delito de falsedad en documento público y otro de estafa, el Fiscal reclama tres años de prisión por el primero y otro más por el segundo -cuatro, en total-. Asimismo le reclama una multa de aproximadamente 3.600 euros.