El alcalde de Madrid, JosĆ© Luis MartĆnez Almeida, ha roto su racha. Era el polĆtico de moda. Todos, incluido el propio presidente del Partido Popular, Pablo Casado, se pegaban a Ć©l para que se les contagiara parte de su estilo. Los madrileƱos le aplaudĆan por la calle e incluso habĆa quien dentro de la formaciĆ³n le veĆa con un futuro polĆtico brillante (quizĆ” demasiado). Pero ahora, tras justificar que el jefe del Estado Mayor (JEMAD) y parte de la cĆŗpula militar se haya vacunado saltĆ”ndose el protocolo establecido por el Ministerio de Sanidad e insistir en que es ārazonableā que los polĆticos, lĆderes militares y cualquier persona con un puesto de relevancia debe vacunarse a la par que los mayores de 80 aƱos. El malestar se nota, y el mensaje que circula por GĆ©nova es el mismo: Almeida ha justificado su propia vacunaciĆ³n.
El alcalde de moda ha roto su buena racha. No es fĆ”cil pasear por Madrid en plena pandemia y con los datos econĆ³micos y sanitarios como estĆ”n. Y mucho menos gestionar el ego cuando los ciudadanos te aplauden desde los balcones y las ventanas de los bloques de edificios. El sentir en algunos sectores del Partido Popular es que Almeida ha llegado a un punto en el que siente que todo lo que dice y hace tiene sentido y es polĆticamente correcto. Pero este Ćŗltimo mensaje no ha sentado bien, sino que se lo digan a los populares que se han dejado la voz pidiendo la dimisiĆ³n de los alcaldes socialistas que se han puesto la vacuna antes de tiempo. ĀæY si se la pusiera Almeida?
Almeida ha defendido directamente a los militares que decidieron ponerse la vacuna. Obviamente, eran todos generales o altos mandos y no necesariamente cumplĆan los requisitos para ser vacunados, o al menos, de momento, no les tocaba. Para el alcalde, EspaƱa no puede quedar ādescabezadaā en plena pandemia. Que el JEMAD cayera enfermo por la covid-19 supondrĆa un drama, y ni hablemos de los altos cargos polĆticos, a quien Almeida tambiĆ©n ha defendido a capa y espada. āNo estamos hablando de cualquiera, si no de los que tienen que dirigir la naciĆ³nā, ha comentado el dirigente popular en referencia al jefe del Estado Mayor que ya ha dimitido por haberse vacunado.
Los polĆtico y militares que han utilizado su influencia para saltarse el protocolo de vacunaciĆ³n han despertado la ira de muchos ciudadanos. El primero que dio el pistoletazo de salida fue el ya exconsejero de Sanidad de Murcia Manuel Villegas. Este se saltĆ³ todos los protocolos habidos y por haber y se vacunĆ³ Ć©l y tambiĆ©n enchufĆ³ a su mujer en el proceso. Al ser del Partido Popular, el incendio que generĆ³ en la formaciĆ³n no fue pequeƱo. Tras varias presiones, Villegas dimitiĆ³ y Casado consiguiĆ³ controlar el fuego. Al menos hasta que Almeida cogiĆ³ el micro y quiso su parcela de protagonismo en este asunto.
āDeberĆan vacunarse lo antes posible, porque es un nĆŗmero insignificante de vacunas y no se priva a nadie de vacunarseā, ha comentado Almeida. Estas palabras han generado un malestar en GĆ©nova que no se atreven a hacer pĆŗblico, ya que supondrĆa atacar a uno de sus activos polĆticos mĆ”s valiosos. Sin embargo, este patinazo del alcalde harĆ” (o en esto confĆan las fuentes consultadas) que el regidor se calme y vuelva a su discursos sosegado y libre de polĆ©micas.
El gran problema es que justificar que el JEMAD o la cĆŗpula militar, asĆ como el Gobierno, deban saltarse el protocolo establecido por el Ministerio de Sanidad porque son gente con responsabilidades de Estado lanza un peligroso mensaje. ĀæLos alcaldes deben vacunarse? ĀæY los concejales? ĀæY los directores generales de las autonomĆas y las administraciones municipales? Entonces, Āæestaba Almeida justificando su propia vacunaciĆ³n? Esta Ćŗltima pregunta es la que amarga a mĆ”s de un polĆtico en GĆ©nova y por la que no entienden las palabras del alcalde.
LA DIMISIĆN DEL JEMAD
El Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ćngel Villarroya, ha solicitado este sĆ”bado su cese a la ministra de Defensa, Margarita Robles, tras su polĆ©mica vacunaciĆ³n, pese a que defiende que siguiĆ³ los protocolos establecidos y en ningĆŗn momento se aprovechĆ³ de āprivilegios no justificablesā. Fuentes de Defensa han asegurado que la ministra ha aceptado su renuncia.
El Estado Mayor de la Defensa (EMAD) ha informado de que el general Villarroya ha tomado esta decisiĆ³n āa primera horaā de este sĆ”bado y ācon la conciencia tranquilaā. El cese ha sido trasladado a la ministra en una misiva en la que sostiene que su actuaciĆ³n como jefe de la cĆŗpula militar, igual que durante sus 45 aƱos de carrera en las Fuerzas Armadas, āha procurado ser honesta y dominada por el espĆritu de servicio y de amor a EspaƱaā.
Pese a la polĆ©mica por su vacunaciĆ³n, el que ha sido JEMAD durante el Ćŗltimo aƱo sostiene que la decisiĆ³n de recibir la vacuna contra el Covid-19 fue āacertadaā, pero estĆ” ādeteriorando la imagen pĆŗblicaā de las Fuerzas Armadas y poniendo en duda su propia āhonradezā.
SegĆŗn justifica, la vacunaciĆ³n tuvo lugar āen el cumplimiento de sus obligaciones, de acuerdo a los protocolos establecidos y con la Ćŗnica finalidad de preservar la integridad, continuidad y eficacia de la cadena operativa de las Fuerzas Armadasā.
El hasta ahora JEMAD insiste en que āsiempre se ha esforzado en servir de ejemplo a sus subordinados y en hacer lo correctoā y ha tomado la decisiĆ³n de renunciar al cargo con el objetivo de āno perjudicarā la imagen de las Fuerzas Armadas.