El Ministerio de Sanidad, tras los informes desarrollados por la Red Española de Agencias de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (RedETS), ha concluido que las prácticas conocidas como magnetoterapia estática, la dieta macrobiótica, el masaje tailandés y la sanación espiritual activa, deben ser consideradas pseudoterapias.
Y es que, según ha detallado en los cuatro informes publicados, no han demostrado tener soporte en el conocimiento científico, «ni evidencia científica», que avale su eficacia y seguridad y, por tanto, no recomienda su utilización con finalidad sanitaria.
En concreto, el departamento que dirige Carolina Darias ha informado de que sobre la dieta macrobiótica, definida como una forma de comer basada en el principio del ‘Yin y el Yang’, buscando el equilibrio físico y emocional a través de la alimentación, la «baja calidad» de los estudios identificados sobre la misma no permite extraer conclusiones sobre su eficacia y seguridad en la mejora o control de las enfermedades.
Se trata de los cuatro primeros informes de evaluación de prácticas que se emiten como parte del Plan del Gobierno de España para la protección de la salud de las personas frente a las pseudoterapias, en el que se incluye la realización y publicación de informes de evaluación de la evidencia científica de determinadas técnicas y procedimientos.
Asimismo, y respecto a la magnetoterapia estática, basada en la utilización de campos magnéticos generados por imanes u otros dispositivos magnéticos con el objetivo pretendido de aumentar las capacidades regenerativas del cuerpo o para el control de diversos síntomas, Sanidad asegura que no se ha demostrado que sea un tratamiento eficaz para el alivio del dolor de cualquier etiología o tiempo de evolución, por lo que no se considera adecuado su uso como terapia para el control del dolor.
En cuanto al masaje tailandés, una técnica en la que se realiza un masaje profundo por todo el cuerpo mediante presiones, movilizaciones pasivas y estiramientos adaptados a las necesidades y situación de cada usuario, Sanidad avisa de la poca información que existe sobre las complicaciones y efectos adversos asociados a la aplicación de las distintas técnicas componentes del mismo.
Finalmente, el Ministerio asegura que la técnica «sanación espiritual activa», y en base a la evidencia encontrada, no puede considerarse terapéutica para ninguna indicación clínica. «Para artritis reumatoide, no existe evidencia concluyente sobre la efectividad terapéutica de la sanación espiritual activa ya que los resultados observados de mejora en pacientes carecen de relevancia clínica y no difieren de la evolución de los pacientes que no reciben intervención. Tampoco existe suficiente evidencia para aportar conclusiones sobre la seguridad ni los riesgos de la técnica», sentencia.
A LA ESPERA DEL ANÁLISIS SOBRE LA ACUPUNTURA, YOGA O TERAPIA FLORAL
Además de estos cuatro informes ya publicados, se dispone de la versión provisional de otros seis informes que están en el proceso de revisión externa. Junto a estos 10 informes, hay cerca de una veintena en desarrollo, referentes a otras tantas técnicas y prácticas.
Las técnicas que se analizan en los seis informes provisionales son la acupuntura para el dolor crónico no oncológico de origen musculoesquelético; la terapia floral; el yoga en condiciones clínicas seleccionadas; la musicoterapia en la reducción de ansiedad, estrés y depresión; la reflexología podal; y el método Pilates en condiciones clínicas seleccionadas.
El Plan de Protección de la Salud de las Personas frente a las Pseudoterapias, una iniciativa de los Ministerios de Sanidad y de Ciencia e Innovación, tiene como objetivo proporcionar a la ciudadanía información veraz y rigurosa para poder diferenciar prácticas cuya eficacia para tratar o curar enfermedades ha sido contrastada científicamente frente e otras que no han demostrado esta eficacia, y así mejorar la adopción de decisiones informadas.
El plan incluye, además de la realización de estos informes, diversas acciones para proteger de forma integral a la ciudadanía de las pseudoterapias, como son posibles cambios normativos que apuestan por una asistencia sanitaria y una formación universitaria basadas en el conocimiento, la evidencia y el rigor científico. Esta auspiciado por los Ministerios de Ciencia e Innovación y de Sanidad.