Era solamente un niño cuando vimos por primera vez a Harry Potter, viviendo con sus desagradables tíos, sin sospechar que estaba destinado a convertirse en uno de los magos más poderosos del mundo. El encargado de darle vida era el actor Daniel Radclliffe quien, a sus tiernos 9 años, tampoco sospechaba la que se le iba a venir encima como personaje principal de la saga de la escritora Joanne Rowling. Fueron 8 largometrajes los que se rodaron para adaptar al cine las novelas originales, a lo largo de una década, desde 2001 cuando se estrenó ‘Harry Potter y la piedra filosofal’, hasta 2011, que se culminó con la segunda parte de ‘Harry Potter y las reliquias de la muerte’.
CRECIENDO CON HARRY POTTER DURANTE 10 AÑOS
En ese tiempo vimos crecer al niño Daniel y convertirse en un adolescente y después en un joven adulto, parapetado siempre tras sus características gafas redondas. Al finalizar la saga, el joven que logró derrotar al terrible Lord Voldemort, se había convertido en uno de los actores británicos más populares, ídolo infantil primero y adolescente después. Se enfrentaba entonces a una nueva tarea: dejar atrás esa imagen juvenil e inocente vinculada a Harry Potter y demostrar su capacidad para afrontar papeles más maduros, para seguir desarrollando como actor y explorar en distintos registros.
