La edición de Operación Triunfo de 2018 terminó con un flamante ganador, el nigeriano Famous Oberogo, que a pesar de tener una voz impresionante y una personalidad inocente y entrañable, no terminó de conquistar al público con tanta pasión como hizo Alba Reche, la segunda finalista. Como viene siendo habitual en el talent show, los segundos terminan siendo los primeros, en una especie de maldición que relega a los ganadores al olvido. En el caso de la cantante de Elche, la explicación se encuentra en su carisma natural y en la magia que es capaz de transmitir en el escenario y que ha conseguido hechizar a todos sus seguidores. Pero además Alba tiene una personalidad fuerte, muy comprometida y libre, con las cosas muy claras a pesar de su juventud, y así fue dejándolo ver durante su estancia en la academia.
5SE REINVENTÓ TRAS LA PANDEMIA
Poco después llegó la pandemia y el confinamiento, lo que ha supuesto un duro varapalo para muchos artistas, especialmente para los que estaban comenzando su carrera y aún no se encontraban bien asentados dentro de la industria musical. Ese ha sido el caso de Alba Reche, a quien la crisis sanitaria le pilló en mitad de su primer gira, que evidentemente tuvo que interrumpir.
Para no caer en el olvido demasiado tiempo, la alicantina optó por sustituir los grandes conciertos por recitales acústicos más íntimos y con aforos pequeños para respetar las normas sanitarias. Tras el verano de 2020 publicaba una curiosa versión de ‘Morena mía’ uno de los temas más conocidos de Miguel Bosé. En el video de la canción se la vio diferente, con el pelo un poco más largo y las raíces al natural en su color oscuro original, y de nuevo su flequillo peinado hacia adelante.
