Las fechas navideñas traen imágenes icónicas para el imaginario colectivo. Una de ellas es el famosísimo árbol de Navidad de Rockefeller Center ubicado en el corazón de Nueva York que se trata de un abeto noruego de 26 metros de altura y 12 toneladas de peso que ilumina la ciudad que nunca duerme. Algo así era la idea que tenía José Luis Martínez-Almeida para la recién inaugurada Plaza de España. El alcalde madrileño, con su espíritu más leñador, ha colocado un abeto de 18 metros talado del Pirineo catalán que ha tenido que llegar hasta Madrid con un transporte especial cuyo coste supera los 50.000 euros. Además, este impresionante tráiler que transportaba el ejemplar ha entrado en la zona de bajas emisiones de Madrid 360 (antiguo Madrid Central) a la que no pueden acceder vehículos contaminantes. El cúmulo de críticas que le han llegado al alcalde de Madrid ha hartado al gabinete de Almeida y han lanzado mensajes en los que expresaban su cansancio por los comentarios de los ecologistas.
Este impresionante abeto navideño lleva tan solo unos días en la capital. Pero su llegada a Madrid no ha estado exenta de polémica. Este ejemplar talado del Pirineo catalán ha costado más de 100.000 euros. Su coste total que comprende el propio abeto, traslado y una decoración de 800 bolas, 200 caramelos y 1.800 metros de cordones luminosos ha llegado a alcanzar los 112.000 euros. Esta elevada cifra sorprende a los empresarios del sector que aseguran a MONCLOA.com que el grueso del coste está en el traslado del propio árbol ya que se necesita un transporte especial diferente a los tráilers convencionales de 13 metros. El abeto de José Luis Martínez-Almeida mide 18 metros por lo que para su traslado se ha hecho necesario un permiso especial y un tráiler de grandes dimisiones capaz de transportar este abeto en posición horizontal.
para su traslado se ha hecho necesario un permiso especial y un tráiler de grandes dimisiones capaz de transportar este abeto
Viveros consultados por MONCLOA.com aseguran que cada metro de árbol cuesta alrededor de 100 euros por lo que un árbol de 18 metros costaría en torno a los 1.800 euros. De hecho, un vivero madrileño asegura a este medio que el abeto natural de 13 metros que instaurarán en la puerta del Hotel Rosewood Villa Magna ha costado tan solo 4.000 euros. «El árbol en sí no cuesta, el precio se multiplica con el transporte especial que requiere un árbol de 18 metros», explica el responsable de Viveros Ángel a MONCLOA.com
Tras estos complicados problemas de logística, que han sido solventados por el Ayuntamiento de Madrid, el árbol de Navidad ya ha sido colocado en la Plaza de España. Esta céntrica ágora se acaba de reabrir tras más de un año de obras de remodelación cuyo culmen se ha ido retrasando por los numerosos hallazgos arqueológicos que se han ido encontrado en la zona. Durante las fechas navideñas, la Plaza de España lucirá en todo su esplendor con el abeto catalán con el que Martínez-Almeida, con su espíritu más leñador, ha decidido adornar la navidad capitolina.
EL ABETO CATALÁN QUE DESATA AMPOLLAS
El polémico árbol de Navidad insaturado en la Plaza de España ha suscitado las críticas de la oposición de Cibeles. La portavoz de Más Madrid en el ayuntamiento capitolino, Rita Maestre, ha cargado contra la “barbaridad innecesaria del alcalde, José Luis Martínez-Almeida”, que supone “talar un abeto de 18 metros de altura” para decorar las Navidades madrileñas. Asimismo, desde Más Madrid han alertado de la «huella de carbono» que supone traer un árbol de estas dimensiones en un imponente tráiler que ha recorrido 700 kilómetros con el pesado abeto.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha respondido a las críticas de Rita Maestre y ha pedido a Más Madrid “que se relajen un poco con la Navidad” defendiendo que el imponente abeto de Plaza de España “no es un atentado contra el medio ambiente”. “Qué quiere que le diga, empiezo a pensar que tiene un problema con la Navidad. El año pasado por las banderas y belenes, y este por el abeto”, ha manifestado ante los medios de comunicación el primer edil capitolino.
Este árbol de uso festivo proviene de una especie georgiana plantada y cultivada en un vivero de la provincia de Girona. Empresarios del sector explican a este medio que un árbol de estas características no existe en la Comunidad de Madrid y que por ello se ha traído desde los Pirineos. Se trata de un árbol catalán que ha venido sin cepellón, talado al ras, sin una raíz que tras exhibirse en Madrid, su vida habrá terminado ya que no puede trasplantarse. Sin embargo, desde Cibeles insisten en que su destino final será convertirse en madera y en compostaje. Por el momento, yace muerto y adornado con bolas navideñas en pleno Madrid 360.
