La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) considera que la nueva variante ómicron de la Covid-19 tendrá un impacto «leve yde corta duración» sobre la demanda mundial de crudo, por lo que espera que el consumo superará los 100 millones de barriles diarios en 2022, superando así los niveles previos a la pandemia.
En la última edición de su boletín mensual, el cartel petrolero ratifica sus expectativas de que la demanda mundial de petróleo crecerá en 2021 en 5,66 millones de barriles al día (mb/d), hasta un promedio anual de 96,63 mb/d.
En cuanto a su pronóstico para 2022, la organización anticipa un crecimiento de la demanda en 4,15 mb/d, hasta un total de 100,79 mb/d, lo que, de confirmarse finalmente, supondría el mayor consumo anual de petróleo.
En este sentido, si bien se prevé que el impacto de la variante ómicron sea leve y de corta duración, la OPEP alerta de que «persisten las incertidumbres» con respecto a las nuevas variantes y las renovadas restricciones de movilidad, en medio de una recuperación económica mundial por lo demás constante, a pesar de los niveles de inflación actuales, de los cuellos de botella de la cadena de suministro y de los problemas comerciales en curso.
Asimismo, la OPEP señala, en previsión del cambio de la política monetaria de varios de los principales bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco de Inglaterra, que no se espera que las acciones monetarias de estas instituciones obstaculicen el impulso subyacente del crecimiento económico mundial, sino que sirvan para recalibrar economías que de otro modo se sobrecalentarían.
No obstante, reconoce que unas tasas de interés más altas, junto con la recuperación económica en curso en los EE.UU., muy probablemente apreciarán el valor del dólar en relación con otras monedas, lo que puede tener algunas implicaciones en el mercado del petróleo, ya que un dólar fuerte puede hacer que las economías importadoras netas no denominadas en dólares requirieran más de su moneda local para importar petróleo crudo.
Sin embargo, anticipa que cualquier disminución de la demanda en el mercado petrolero como resultado de políticas monetarias más estrictas probablemente se verá compensada por el aumento de la demanda asociado con la temporada de vacaciones y una desaceleración de las infecciones por Covid-19 en el hemisferio norte, lo que debería respaldar una aceleración del consumo de petróleo.
De este modo, junto con el sólido pronóstico de demanda de petróleo en curso y los esfuerzos continuos de los países miembros de la OPEP y sus socios productores, «se espera que el mercado del petróleo siga estando bien respaldado durante 2022».