El pescado es uno de esos alimentos que muchos expertos recomiendan como parte de un estilo de vida saludable. Los nutricionistas recomiendan consumir entre 3 y 4 raciones a la semana, entendiendo como una ración una porción de unos 150 gramos. En realidad no es estrictamente necesario para una buena salud, ya que hay muchas personas que no lo comen (como vegetarianos y veganos) sin que ello suponga un problema, pero es cierto que cuenta con una serie de propiedades nutricionales interesantes, como proteínas de alto valor biológico, vitaminas del grupo B, vitamina D, y minerales como hierro, potasio, yodo, calcio, zinc y fósforo, entre otros.
LA PIEL NOS INDICA SI EL PESCADO ES FRESCO
Por otra parte, la piel es un buen indicador del estado del pescado. Observándola nos puede dar pistas sobre la frescura de la pieza. Un buen pescado tiene que mostrar una piel resbaladiza, brillante, limpia y suave, y tiene que separarse de la carne con cierta dificultad. Si se separa fácilmente, mejor descartar esa pieza. Por otra parte, la piel también ayuda en el proceso del cocinado, ya que permite un corte más fácil y el trozo mantiene su estructura. Si se retira la piel antes de cocinar, la carne, al contacto con el calor, se desmigaja más fácilmente, y al final la pieza termina perdiendo su forma. Así que la piel dl pescado cumple os funciones importantes.
