Agentes de la Policía Nacional han detenido en la localidad albaceteña de Hellín, como presunto responsable de los delitos de estafa y usurpación de estado civil, a un varón quien haciéndose pasar por miembro de la Guardia Civil, captaba e iniciaba una relación «amorosa» a través de redes sociales, estableciendo un vínculo de confianza suficiente para estafar a sus víctimas ofreciéndoles provechosas oportunidades inmobiliarias o automovilísticas procedentes de embargos, por las que recibía grandes cantidades de dinero en calidad de reservas.
Un operativo policial de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Comisaría Provincial de Alicante en conjunto con la Sección de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito de Arganzuela de Madrid, ha concluido con la detención de un presunto estafador que operaba en todo el territorio nacional desde la localidad albaceteña de Hellín, tras iniciar una investigación por una denuncia de una ciudadana alicantina víctima de la estafa.
El arrestado, captaba a sus víctimas a través de una red social de contactos de parejas donde, una vez contactaba con mujeres e iniciaba una relación «amorosa» con ellas, rápidamente se identificaba como miembro de la Guardia Civil, con el fin de establecer un nivel de confianza suficientemente idóneo para dar comienzo a la segunda parte de su engaño.
El investigado reforzaba esta ficticia identidad, enviando fotos suyas a sus víctimas llevando puestas prendas con el logotipo de la Guardia Civil delante de vehículos uniformados.
Además, hacía ver a sus víctimas que viajaba muy a menudo por toda España y que ello le proporcionaba la capacidad de tener acceso a beneficiosas oportunidades inmobiliarias en las que podía hacerles partícipes, ha informado la Policía en nota de prensa.
De este modo, durante meses captaba no sólo la atención sentimental de sus víctimas, sino que también creaba un interés económico que hacía más atractiva la relación creada, lo que propiciaba que las víctimas accedieran a tener un encuentro personal con el investigado, el cual se producía en diferentes localidades de la geografía nacional y al que las víctimas llevaban dinero en efectivo como parte del pago, en concepto de reserva, para la compra de la supuesta vivienda.
Durante la cita, el presunto estafador llevaba a sus víctimas hasta una vivienda que, como parte del enredo, decía que se la facilitaban dada la condición de su cargo en la Guardia Civil.
Una vez allí, les ofrecía a las víctimas dejar sus pertenencias en la vivienda para después, a través de diferentes argucias, como por ejemplo, haber recibido una llamada para ir al trabajo a firmar un atestado, volver a la vivienda y hacerse con el dinero y todos sus efectos, marchándose a continuación dejando a las víctimas en la calle sin ningún recurso.
El investigado era conocido en su entorno vecinal como capitán o teniente de la Guardia Civil prejubilado y mantenía en el momento de su detención una relación sentimental con una mujer, que sostenía que su pareja era Guardia Civil prejubilado, con la que había iniciado un negocio de restauración en la localidad albaceteña que figuraba a nombre de ella y que habían abierto con cerca de 40.000 euros que el propio investigado le había dado y que dijo haber obtenido de un préstamo personal.
Sin embargo, el dinero aportado para la comercial, lo había obtenido a través de la estafa a una víctima a quien le ofreció una supuesta oferta inmobiliaria por la que ésta, le entregó en concepto de reserva 60.000 en efectivo.
Los investigadores tras averiguar la identidad del investigado, ubicaron su domicilio en la localidad albaceteña donde le localizaron subiendo a un autobús portando una mochila que contenía distintivos de la Guardia Civil, varios teléfonos móviles, varias tarjetas SIM de distintas compañías telefónicas y cerca de dos mil euros en efectivo.
Tras su detención, se practicó un registro en su domicilio donde se incautó más dinero en efectivo, teléfonos móviles, multitud de prendas y efectos con los distintivos de la Guardia Civil y una placa emblema falsificada del mismo cuerpo policial, así como documentación que le incriminaba directamente en la estafa de 60.000 euros mencionada. El montante total del dinero en efectivo incautado durante el operativo ascendió a 13.481,50 euros.
De este modo, el Grupo de Delincuencia Económica y Fiscal de la Comisaría Provincial de Alicante y la Sección de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito de Arganzuela de Madrid, han conseguido desactivar a este habilidoso estafador quien, de no ser así, podría haber seguido con su ilícita actividad a lo largo del territorio nacional, a quien además, le constaba una orden de detención e ingreso en prisión vigente por un juzgado de Benidorm por un delito de estafa.
En el operativo también participaron agentes de la Comisaría de Arganzuela (Madrid) y de la Comisaría de Hellín.