La Navidad es una época maravillosa de magia, ilusión y reencuentros, pero también suele ser una de las más caras si no hacemos un esfuerzo por ahorrar. Por eso se habla de la difícil cuesta de enero. Este año la cosa aún está más difícil con una terrible crisis económica determinando nuestra calidad de vida. Los precios de todo se han incrementado exponencialmente, lo que significa que muchas familias se van a tener que apretar el cinturón más que nunca. Estas fechas están llenas de compromisos, fiestas, comidas y regalos, y esto es lo que hace que se dispare el gasto, con el riesgo de llevarnos un buen susto a final de año.
PLANIFICAR GASTOS
Lo primero es realizar una lista con todos los gastos extra dedicados a las festividades navideñas. Este simple gesto es muy útil a la hora de hacer la compra porque nos permite tener más claro cuáles son las compras básicas y cuáles son un capricho. En esta lista de gastos hay que incluir todo, desde el espumillón para la decoración, el vestido de gala nuevo, los regalos de Reyes Magos, los turrones, los ingredientes para las recetas especiales y todas las comidas fuera. Después toca estudiar la lista, para priorizar cuáles son los gastos esenciales y de cuáles podemos prescindir. Para ahorrar, también podemos encontrar alternativas más baratas a una buena parte de los ítems del listado.
