El tiempo está siendo, en las últimas semanas, como una montaña rusa. Al calor anómalo de hace unos días le ha seguido un descenso brusco de las temperaturas, con episodios de lluvias y vientos fuertes en algunas regiones. Estos son los ingredientes perfectos para que los niveles de polen en el ambiente se disparen. Pero no es lo único, también hay que sumarle el hecho de que se está produciendo una segunda oleada de gripe prácticamente a un paso de que llegue la primavera, lo que quiere decir que la situación para los alérgicos puede complicarse bastante este año.
Esto es algo que ya están confirmando los alergólogos, cuyas consultas empiezan a llenarse de pacientes con una sintomatología mayor que la de otros años. Estos expertos advierte de que se está produciendo un “efecto sinérgico” entre las alergias que afectan a las mucosas nasales y los virus respiratorios. Lo uno predispone a lo otro y los efectos se potencian mutuamente, por eso los síntomas este año son más intensos, fuerte y molestos.
DOS PROBLEMAS RESPIRATORIOS QUE ACTÚAN SINÉRGICAMENTE
Tanto la alergia como la gripe provocan la inflamación de las mucosas, en el área nasal o bronquial. Por eso, si confluyen ambas dolencias, la intensidad de los síntomas se puede agravar mucho. Esta es la explicación de que con la segunda ola de gripe, el número de pacientes que acude a urgencias ha aumentado en comparación con los años previos.
Aunque también es cierto en los dos años anteriores hemos pasado gran parte del invierno con la mascarilla puesta, y esto mantuvo bajo control los contagios y las alergias. Así que es un punto a tener en cuenta. Si bien nos hemos librado ya de la mascarilla obligatoria, sigue siendo una de las medidas de prevención más eficaces para evitar la gripe y reducir los síntomas de las alergias propias de la primavera.
