La España de Pedro Sánchez sitúa a Rusia como segundo proveedor de GNL

España de Pedro Sánchez continúa siendo rehén del gas de Vladimir Putin por más que a la ministra de la Transición Ecológica, Teresa Ribera, no le guste nada. Los datos oficiales hablan por sí solos y la materia prima rusa se sitúa en el tercer puesto entre enero y agosto de este mismo año, a menos de un punto de EE UU, segunda en liza. La UE aún no ha puesto sanción ni prohibición alguna al régimen de Vladimir Putin sobre este producto, manteniendo así la financiación a la invasión a Ucrania.

España importó un total de 53.231 GWh de gas natural licuado (GNL) procedente de Rusia, el 19,7% del total frente al 20,8% de EE UU, cuyo suministro alcanzó los 56.136 GWh, según el último informe de Enagás. Argelia ostenta el podio en este particular ránking, con un total de 67.438 GWh, aunque tan sólo 8.821 son de gas licuado, por detrás de países como Nigeria, Francia y Qatar.

Rusia, además, se mantiene en segunda posición también cuando se compara con el año natural, es decir, entre septiembre del pasado año y agosto de este ejercicio, con un total de 74.320 GWh, frente a los 89.218 de EE UU. En este sentido, la primera potencia occidental del mundo le saca casi siete puntos a Vladimir Putin.

EL GAS DE MOSCÚ, EL TALÓN DE AQUILES EN EUROPA

Las cifras muestran la especial dependencia del gas ruso en España. Se trata de un producto que no está sometido a ningún tipo de restricción por la UE debido a la carencia de suministro y la más que probable crisis energética que se desataría en el Viejo Continente tras el hachazo al petróleo del mismo país.

No obstante, Rusia ha buscado alternativas para continuar vendiendo su oro negro, como los trasvases en la zona de Ceuta e incluso en aguas de Canarias. La práctica es, además, entraña serios riesgos para el medio ambiente en caso de vertidos. De hecho, la ministra de la Transición Ecológica ha criticado las importaciones de gas ruso por parte de España, pero guarda un silencio sepulcral respecto a estos cambios en alta mar frente a las costas de las ‘Afortunadas’.

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Cabe señalar que tanto el petróleo como el diésel procedentes de Moscú están vetados desde el pasado mes de febrero, una sanción impuesta un año después del inicio de la invasión de Putin al país vecino del este de Europa. La prohibición se mostró como un acto de fortaleza, como si en el Viejo Continente no importaran las consecuencias para la población de estas restricciones. La escasez ha disparado su precio en los mercados y también en las gasolineras, rondando los dos euros por litro. Todos los países europeos y EE UU tienen el cumplimiento de no permitir la entrada de este producto, pero ha seguido entrando por la vía marítima de Marruecos.

ESPAÑA, EL SEGUNDO MAYOR COMPRADOR DE GAS RUSO

El Ministerio de la Transición Ecológica, dirigido por Teresa Ribera, mantuvo entonces un silencio incómodo, más cuando España es uno de los países que más gas licuado ruso ha importado en los últimos doce meses, junto a Bélgica. Europa cae así en una incongruencia más. Mientras envía armamento de primer orden a Ucrania para defenderse del ataque de las tropas de Putin, financia la guerra del Kremlin con la compra de materias primas, sea directa o indirectamente.

El veto a Rusia por el petróleo y sus derivados no se impone al gas, pero tampoco es una obligación adquirirlo. Para evitarlo, los mercantes rusos llegan incluso a cambiar de bandera o bien se contratan cargueros vacíos para poder sacar su producto al mercado de Occidente. Las artimañas son numerosas en tiempos de guerra. La situación se hizo insostenible durante el año pasado, con el uso del carbón como sustituto del gas y el petróleo debido a los disparados precios ante una evidente menor producción y un crudo invierno.

Pedro Sánchez no tiene ningún margen de maniobra. Voló los puentes con Argelia y está anclado a Marruecos

Sin embargo, ni la estación invernal ha sido tan dura ni tampoco se han parado las máquinas. Eso sí, los precios derivados del oro negro se están fortaleciendo semana tras semana y ya vuelve a superar los dos euros en algunas estaciones. De nuevo, vuelve a acercarse el invierno y el carbón podría convertirse en el combustible de moda, junto con el pellet. Los precios auguran una nueva escalada y no se descarta que el precio por litro de combustible vuelva a acechar los dos euros y medio e incluso los tres.-se utilizó carbón como sustituto-, mientras la demanda cae.

EL PETRÓLEO, EN SUBIDA Y EL DIÉSEL DE MARRUECOS

Los precios del petróleo se sitúan ahora cerca de los 95 dólares por barril, un 28% más en apenas dos meses. Según expertos consultados, la menor producción de la OPEP+ y la llegada del invierno para hacer frente a las reservas son dos factores determinantes a la hora de explicar las constantes subidas desde el inicio de la temporada de verano. Algunas voces del sector apuntan que se han tomado en serio las restricciones a Rusia y se niegan a comercializar materias de dudosa procedencia, como es el «diésel marroquí».

Cabe recordar que Marruecos cerró su única refinería en 2022, con la destrucción de miles de puestos de trabajo y unas pérdidas millonarias, pero su relación con Rusia va viento en popa. En 2019 se firmó la construcción de la mayor planta del país para ubicarla en Nador, sin embargo y sin refinerías activas, Marruecos se ha convertido en uno de los actores principales del diésel.

Tan sólo el petróleo ruso ha podido obrar el milagro, pero el rastreo es prácticamente imposible debido a que es una calidad similar al del resto. «El oro negro es idéntico, tan sólo se diferencian los aditivos», apuntan las fuentes consultadas. En este sentido, no hay una huella de ADN que permita diferenciar un crudo marroquí del ruso o de Oriente Medio.

«La política energética de la Unión Europea de las últimas décadas se ha demostrado un error
estratégico del bloque», ha considerado el eurodiputado de Cs José Ramón Bauzá a preguntas de MONCLOA. En este sentido, ha señalado cómo algunos Estados miembros de la UE dependientes del gas ruso han continuado impulsando nuevas interconexiones.

EUROPA, ANTE EL MIEDO A ROMPER CON EL GAS RUSO

No obstante, «romper romper las conexiones de una forma abrupta hubiera generado
un perjuicio incalculable en nuestras economías que habrían debilitado nuestra posición para
poder seguir defendiendo a Ucrania», ha sostenido. De esta forma, «Europa debía adaptarse y rellenar sus tanques para el invierno pasado y los sucesivos meses», así como impulsar la diversificación para abrir nuevos mercados de esta materia prima, con nuevos contratos desde Azerbaiyán o Israel, y desde otros puntos del globo.

Al tiempo, «el mercado internacional del gas se ha vuelto caótico. Los buques metaneros viraban y cambiaban de destino si por el camino había un mejor pagador», ha apuntado. Ha sido una lucha encarnizada en la que la UE ha podido superar gracias a su poder conjunto de compra.

Ante esta situación, no es de extrañar que el miedo a un veto a la compra de gas ruso desestabilice la previsión de reservas de gas de los Estados Miembros. «Por eso, en mi opinión, la UE se reserva la opción de un veto completo al gas ruso, pues nuestra dependencia es mucho mayor que la del petróleo, y el mercado y nuestras infraestructuras está más tensionado. Dicho esto, desde el Parlamento Europeo estamos presionando para que se tomen medidas contra esta financiación del régimen ruso».

PEDRO SÁNCHEZ JUEGA CON LAS ALIANZAS

Respecto a España, «otros países pueden tener alguna excusa de dependencia o falta de infraestructura, pero que España compre a Rusia el gas es resultado de la política energética sectaria de este Gobierno y de la falta de estrategia en política exterior de Pedro Sánchez y José Manuel Albares».

Con una pregunta parlamentaria a la Comisión y carta a Teresa Ribera, «descubrimos no
solo esta política ideológica de la energía, poniendo en jaque la política energética de nuestro país a largo plazo, sino que la propia ministra descargaba toda culpa y responsabilidad en el bloqueo del MidCat a Francia».

«Perdimos -continúa- la mayor oportunidad que había tenido España para ser un hub gasístico de Europa y hoy no estaríamos hablando de si compramos gas a Rusia. Se creen que pueden jugar a cambiar las alianzas y los principios de la política exterior española de un día para otro y sin debate, y el resultado es que Argelia rompe relaciones comerciales y cierra uno de los dos gasoductos por los que circulaba más del 30% de nuestra dependencia de gas», ha indicado. «Es decir, si el gobierno está comprando gas a Rusia es porque lo han decidido deliberadamente,
y sí, con esta compra están financiando la guerra de Putin», ha apuntado.

Asimismo, el eurodiputado reflexiona sobre los trasvases en aguas marroquíes y cercanas a Ceuta, «¿con qué capacidad va a ir el Gobierno de Pedro Sánchez a solicitar a Marruecos que controle estas medidas? La política exterior de Sánchez ha dejado los intereses de España para con Marruecos por los suelos». «No tiene ningún margen de maniobra. Voló los puentes con Argelia y está anclado a Marruecos», ha concluido.