La Comunidad de Madrid declara el flamenco BIC por su arraigo histórico en la región

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobará en su reunión de este miércoles la declaración del flamenco como Bien de Interés Cultural (BIC) del Patrimonio Inmaterial de la región, según han confirmado fuentes del Ejecutivo autonómico.

Como defienden estas fuentes, se trata de un arte del espectáculo que forma parte de la sociedad madrileña, al menos, desde mediados del siglo XIX, con «gran arraigo histórico» y que comprende cante, baile y toque flamencos.

Un arte transmitido, recreado y transformado a lo largo de los años por sus numerosos intérpretes, pero que ha mantenido sus raíces, subraya la Comunidad, que recuerda que la primera vez que se utilizó el término fue en la prensa madrileña el 6 de junio de 1847, concretamente, en el número 249 de ‘El Espectador’.

La crónica titulada ‘Un cantante flamenco’ estaba dedicada a Lázaro Quintana y a su compañera Dolores, la gitanilla. También fue en Madrid donde surgió la primera referencia a la música flamenca, en el diario La Nación, el 18 de febrero de 1853 y donde, en 1954, se abrió Zambra, el primer tablao inaugurado en España, explican.

El «carácter singular» del flamenco en la Comunidad de Madrid es el resultado de diferentes circunstancias. Por un lado, Madrid es una ciudad «donde los músicos que se dedican a este arte han podido trabajar desde el siglo XIX» y muchos se establecieron en ella «manteniendo el uso del flamenco en el ámbito privado».

PRESENCIA DE LOS TABLAOS FLAMENCOS

De este uso privado surgió el sonido Caño Roto, representado por Las Grecas o Los Chorbos, que adopta nuevos ritmos y sonidos y que deriva en la rumba madrileña, medio de expresión de los gitanos de Vallecas, Caño Roto o Carabanchel. La geografía madrileña ha sido y es también escenario de peñas y asociaciones flamencas que han contribuido a su mantenimiento y difusión.

La presencia de los tablaos flamencos en Madrid también es destacada en la actualidad, recuerda la Comunidad, con el Corral de la Morería, Torres Bermejas, Tablao 1911 (antiguo Villa Rosa) y Tablao de la Villa (antiguo Café de Chinitas) como los más antiguos, preservando su estructura arquitectónica y su decoración original desde los años 50 y 60.

A estos espacios clásicos se unen otros más recientes como el Tablao Flamenco Torero, Cardamomo, Café Ziryab o el Teatro Flamenco, entre otros, que ofrecen dos, tres y hasta cuatro pases diarios de espectáculo con un numeroso cuadro de artistas.

Algunas de estas salas organizan clases magistrales o exposiciones de arte, y la mayoría ofrecen servicio de restauración. Aunque depende de cada tablao y de la formación de los cuadros flamencos, las actuaciones suelen durar una hora y tienen una estructura compuesta por piezas de conjunto y solos de cante, baile o guitarra.

Son también numerosos los festivales y concursos de flamenco que se organizan en la Comunidad de Madrid, en los que está presente un flamenco heterogéneo y abierto a nuevas propuestas. Destaca Suma Flamenca, organizado por la Comunidad de Madrid, que en otoño de 2024 celebrará su XIX edición y Suma Flamenca Joven para artistas emergentes, que este año hace su cuarta temporada, certámenes, defiende el Gobierno autonómico, que, junto a los tablaos, «se han convertido por derecho propio en señas propias de la oferta turística y cultural de la región».

La declaración que se aprobará este miércoles se enmarca en el trabajo que desde hace años lleva a cabo el Ejecutivo autonómico para reforzar la posición e imagen de Madrid como «el gran referente de este baile y cante», incluyéndolo en sus programaciones culturales y campañas turísticas, como ha ocurrido en la reciente celebración de la Feria Internacional de Turismo (Fitur).

Además, la Comunidad concedió en 2022 la Medalla Internacional de las Artes a la Asociación de Tablaos Flamencos, mientras ahora le otorga la mayor figura de protección patrimonial.