Francisco Igea, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, se presentó a las elecciones primarias de Ciudadanos (Cs) para convertirse en el presidente de la formación naranja. Sin embargo, finalmente cayó derrotado frente a la gran favorita a ocupar el cargo, Inés Arrimadas.
El político vallisoletano obtuvo el apoyo de 2.752 afiliados, lo que le convirtió en el segundo candidato más votado, por delante del valenciano Ximo Aparici (94 votos) y muy por debajo de la portavoz de Ciudadanos en el Congreso, que obtuvo 9.481 votos. Tras no lograr su objetivo, Igea podría abandonar el partido una vez que finalice su mandato al frente de la vicepresidencia de Castilla y León.
De esta manera, podría cambiar una vez más de formación, ya que en el pasado estuvo integrado en la estructura de Unión Progreso y Democracia (UPyD).
HUELGA A LA JAPONESA
Licenciado en medicina por la Universidad de Valladolid, Francisco Igea es médico especialista en aparato digestivo. Antes de meterse de lleno en el ámbito político ejerció como médico en el hospital Río Carrión de Palencia desde 1993. Se convirtió en jefe de sección de aparato digestivo en este mismo hospital hasta que fue destituido en mayo de 2013.
Su cese se produjo después de que llevase a cabo una huelga a la japonesa ante los despidos de personal que estaban teniendo lugar en el hospital por falta de recursos. Esta acción le llevó a acaparar titulares de noticias en todo el país, dándose a conocer antes de dar comienzo a su carrera política. Por aquel entonces decidió encerrarse en el propio centro y trabajar cubriendo las tareas de sus compañeros despedidos, al mismo tiempo que denunciaba este hecho.
Tras su despido perdió el cargo de ser responsable del servicio, aunque mantuvo su plaza, ya que es un centro público. Por aquel entonces su objetivo era el de denunciar los recortes en Sanidad por parte del gobierno de Castilla y León.
Por otro lado, cabe destacar que Igea es autor de diferentes publicaciones en revistas nacionales e internacionales, además de participar en congresos de su especialidad. Fue miembro de la Junta Nacional de la Sociedad Española de Endoscopia Digestiva y Medalla de Oro de esta organización. Además, ha colaborado en diferentes ocasiones con la prensa nacional.
CARRERA POLÍTICA DE IGEA
El vallisoletano de 55 años dios sus primeros pasos en política para presentarse a las elecciones primarias de Unión Progreso y Democracia (UPyD) de cara a la elección del aspirante del partido a la Presidencia de la Junta de Castilla y Léon. Sin embargo, posteriormente abandonó el partido para incorporarse a Ciudadanos. En este caso, tras unas elecciones primarias fue elegido como candidato de Cs al Congreso por Valladolid.
En las elecciones generales de diciembre de 2015 se convirtió en diputado por la circunscripción de Valladolid. Revalidó su escaño en la repetición de las elecciones en junio de 2016. En enero de 2017, Francisco Igea pasó a convertirse en miembro de la directiva de Cs, siendo el responsable del área de Sanidad.
Dos años después, en 2019, decidió competir con Silvia Clemente en las elecciones internas de la formación naranja para elegir el candidato a la presidencia de la Junta de Castilla y León. El 11 de marzo resultó vencedor frente a la exdirigente del Partido Popular, por lo que fue candidato de Ciudadanos a la presidencia de dicha comunidad autónoma en las elecciones del 26-M.
Tras firmar un acuerdo Ciudadanos y el Partido Popular, ocupa desde julio de 2019 la vicepresidencia de la Junta de Castilla y León. Además de ser el Consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior de la Junta de Castilla y León.
DENUNCIA A IGEA POR AMENAZAS DE UN COMPAÑERO DE PARTIDO
Francisco Igea fue absuelto en el pasado mes de diciembre de un presunto delito leve de amenazas. El denunciante fue Borja Collantes, el responsable provincial de redes sociales de Cs, quién le acusó de haberle amenazado en marzo de 2019.
De acuerdo al testimonio de Collantes, el líder de Cs en Castilla y León le puso un dedo en la frente y le dijo «te voy a reventar la cabeza«. La razón de esta acción serían los mensajes en redes sociales que aludían a un familiar del político como implicado en una causa de corrupción. Además, aseguró que actuaba con él de manera agresiva, hasta el punto de que la supuesta víctima sentía que iba a ser atacado. También aseguró que el vicepresidente le dijo que iba a difundir documentación sensible del partido para «reventarlo».
Sin embargo, la denuncia no prosperó y la juez desestimó la petición de multar a Igea con 20 euros diarios durante tres meses por un delito leve de amenazas. La magistrada Soledad Ortega, del Juzgado de Instrucción 5 de Valladolid, estimó que no había motivos suficientes que sustentaran la tesis de la acusación.
El político evitó hablar de la decisión de la juez por aquel entonces, aunque tiempo después aseguró que: «Le mandé a tomar por culo, sí, pero eso no es un delito», al mismo tiempo que confesó que su carácter «no es muy fácil».
FAMILIA DE MÉDICOS
Paco Igea, como le llaman los que le conocen, es hijo y nieto de médico, una vocación que también siguen sus hijos. Está casado con Magdalena, con quien tiene dos hijos, que estudian Medicina. El pasado año, la mayor, Teresa, se graduó en la Universidad de La Laguna, en Tenerife.
El ámbito de la medicina está muy presente en el seno familiar. De hecho, llegó a crear junto a su mujer una empresa llamada Endoscopia Palentina SL. Esta se extinguió en 2016, cuando Igea inició su carrera en política.
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León asegura que cuando deje de estar en primera fila de la política regresará al Hospital Río Carrión de Palencia para continuar trabajando como profesional de la sanidad.
Igea tiene un fuerte carácter que le ha llevado a tener algunos enemigos, pero a acercarse a otras personas como Luis Garicano, quien fue su padrino a la hora de llegar a Cs.
Francisco es bastante receloso de su vida privada, limitando sus publicaciones en las redes sociales a mostrar su lado profesional. No obstante, él mismo se autodefine en las redes sociales como un «ciclista fondón y creyente lleno de dudas«, desvelando su gusto por la bicicleta.
