El presidente del Gobierno de Ceuta, Juan Vivas (PP), ha advertido este domingo al líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en la videoconferencia que han compartido con el resto de mandatarios autonómicos que para la ciudad autónoma «es cuestión de supervivencia» tanto recibir fondos extraordinarios ligados a la crisis del coronavirus como mantener las transferencias «ordinarias» del Estado, «algo que en nuestro caso no ha ocurrido y que si en circunstancias normales supone un descalabro financiero y presupuestario, ahora es un lastre que puede tener consecuencias irreparables».
Según ha explicado el Gobierno de la Ciudad en un comunicado, Vivas ha explicado a Sánchez que Ceuta se está viendo obligada a destinar «el 70%» de los fondos que el Estado ha asignado a la ciudad para situaciones de emergencia social «en la atención a la inmigración irregular de adultos y menores marroquíes, hecho que no ocurre en ninguna otra región a excepción de Melilla».
El Ejecutivo local lleva más de un mes pidiendo a la Administración General del Estado que se haga cargo directamente de los más de 300 ciudadanos del país vecino que la Ciudad ha confinado en dos polideportivos reconvertidos en albergues y «cuyo mantenimiento cuesta 10.000 euros diarios».
Al margen de esos recursos extraordinarios, el presidente de Ceuta ha aprovechado para señalar a Sánchez que la Ciudad Autónoma «tiene pendientes de cobrar transferencias procedentes del Estado de 2019 para financiar servicios vitales y fundamentales por 7,2 millones de euros y tampoco hay garantía de que se puedan pagar las correspondientes a 2020, que están en el aire». «No hemos recibido explicación sólida y convincente», ha lamentado.
En lo que los planes de desescalada se refiere, Vivas ha pedido al presidente de España «que no se abra la frontera con Marruecos ni que se restablezcan las comunicaciones regulares con la península, tanto marítimas como aéreas, hasta que no se cuente con las debidas garantías en cuanto a la situación epidemiológica en la ciudad y también en el resto del país». «Nuestro aislamiento», ha añadido, «ha sido nuestro principal factor de protección eficaz y lo que pido es que antes de levantarlo se tenga en cuenta la propagación del virus, que se haga con prudencia».
Sobre la estrategia de «reconstrucción social y económica» ha asegurado que «es absolutamente necesaria» e «imprescindible» siempre que se dirija a «hacer lo posible y hasta lo imposible por mantener en pie el tejido productivo y empresarial, del que dependerá la recuperación de lo perdido y de volver a la senda del crecimiento y de la creación de empleo y, por lo tanto, salir cuanto antes de la ruina que ha provocado la crisis sanitaria».
También ha reclamado que «este gran e inédito esfuerzo nacional» se aproveche «para atender tanto los problemas estructurales de España como de cada uno de los territorios». «En nuestro caso se trata de problemas singulares de cuya resolución depende el futuro y es cuestión de supervivencia por lo que se exige una reacción decidida enérgica y posible del Estado», ha subrayado.
Desde su punto de vista, en Ceuta habría que atender «cinco prioridades» que ha enumerado: «Contar con una frontera homologable al resto de fronteras exteriores de la Unión Europea; sentar las bases para tener una estructura económica no dependiente de Marruecos; resolver la asfixiante presión de la inmigración de marroquíes y argelinos, adultos y menores; potenciar la presencia del Estado, que garantice la igualdad de los ceutíes con el resto de los españoles en el acceso a los servicios públicos fundamentales; y garantizar las transferencias finalistas del Estado para atender servicios vitales para la ciudadanía».
