La obligatoriedad de llevar mascarilla en Galicia «en todo momento», salvo algunas excepciones, está en vigor desde las 00,00 horas de este domingo.
De acuerdo con la resolución publicada en el Diario Oficial de Galicia (DOG), las personas mayores de seis años de edad están obligadas a usar este elemento de protección en la vía pública y espacios al aire libre y también en espacios cerrados de uso público o que se encuentren abiertos al público, incluso en el caso de que se pueda garantizar la distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros.
Hasta el momento, si las personas se podían situar con esta separación, se podía prescindir de la mascarilla.
Desde ahora será obligatorio usarla en bares y restaurantes, en los que podrá retirarse solo en el momento específico del consumo y deberá volver a colocarse el resto del tiempo que se pase en estos establecimientos o en sus terrazas.
Entre las excepciones están esta y otras como el deporte al aire libre individual si se pueden mantener dos metros de distancia, los casos de personas con algún tipo de enfermedad respiratoria o que presenten alteraciones de conducta que hagan «inviable» llevarla puesta o en el momento del baño o mientras se esté en la playa o la piscina sin moverse. Para acceder a estos lugares y para desplazarse o pasear por ellos sí habrá que llevarla puesta.
Tampoco será necesario su uso dentro de un turismo si todos los que van a bordo conviven y cuando se den «supuestos de fuerza mayor», una «situación de necesidad» o si su uso resulta incompatible con la actividad que se esté realizando por su propia naturaleza.
La resolución de la Xunta incluye también la recomendación de que las personas que coincidan en espacios privados, como un domicilio particular, sean abiertos o cerrados, usen mascarilla «en el caso de reuniones o de posible confluencia de personas no convivientes», aunque se pueda garantizar la distancia de seguridad interpersonal.
Por otra parte, «queda expresamente prohibido» el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, parques y plazas u otros lugares de tránsito público, lo que se conoce como botellón.
El texto justifica que el uso generalizado de la mascarilla está demostrando ser «una de las medidas más eficaces» para prevenir la transmisión de la COVID-19, por lo que «resulta necesario reforzar su utilización» para evitar, «especialmente, que las personas asintomáticas que no conocen su condición de portadoras de la infección» contagien a otras.
La resolución recuerda que este elemento debe ir correctamente colocado y cubrir una parte del tabique nasal y hasta la barbilla, incluida. No podrá tener una válvula exhalatoria, salvo para el caso de profesionales para los que se recomiende este tipo de mascarilla.