miércoles, 11 diciembre 2024

Un estudio encuentra una relación entre las muertes por COVID-19 y la obesidad mórbida

La prevalencia de la obesidad mórbida en una población está asociada con resultados negativos de COVID-19, según un análisis realizado por investigadores de la Universidad de Alabama de los datos sobre obesidad mórbida y las muertes notificadas por COVID-19 en Estados Unidos.

En un artículo publicado en la revista ‘World Medical and Health Policy’, los investigadores encontraron una relación estadísticamente significativa entre la prevalencia de la obesidad mórbida y las muertes por COVID-19. Los investigadores sugieren que sus hallazgos pueden ayudar a identificar los recursos necesarios para los pacientes con obesidad mórbida e informar las políticas de mitigación.

Se sabe que la obesidad aumenta el riesgo de infecciones respiratorias y dificulta la función pulmonar, y hay un patrón emergente en el tratamiento de los pacientes con COVID-19 de que la obesidad es un problema generalizado y está asociado con resultados de salud negativos como la necesidad de un ventilador.

Los investigadores utilizaron las muertes de COVID-19 compiladas a nivel nacional a nivel de condado por The New York Times y los cálculos de las tasas de obesidad mórbida para cada condado de EEUU derivados de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición y los datos de población de la Oficina del Censo de EEUU.

La investigación examinó a adultos de 18 a 64 años de edad y encontró que las tasas de obesidad mórbida están positivamente correlacionadas con las tasas de casos y muertes de COVID-19, y que las tasas de obesidad mórbida pueden explicar el 9 por ciento de la variación en las tasas de muerte de COVID-19.

Además, al superponer los datos geográficamente, los investigadores encontraron que los grupos espaciales de altas tasas de obesidad mórbida están asociados con grupos espaciales de altas tasas de muertes por COVID-19.

Aunque hay informes anecdóticos de complicaciones de la obesidad en pacientes con COVID-19, la mayoría de los estudios formales hasta ahora de esta relación se han realizado en China, que tiene tasas de obesidad más bajas, y en entornos hospitalarios. Este trabajo, según estos investigadores, es el primer análisis cuantitativo repetible que aborda esta relación.