jueves, 12 diciembre 2024

El juez a un jefe policial: ¿»No le parece raro» que la mujer de Bárcenas les detectara?

El que fuera jefe de servicio del Área Especial de Seguimiento de la Policía Nacional José Francisco González afirmó ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga la ‘operación Kitchen’, Manuel García Castellón, que dejaron de seguir al extesorero del PP Luis Bárcenas y a su mujer, Rosalía Iglesias, porque ésta detectó a los agentes que la estaban vigilando. Un hecho que sorprendió al magistrado y que le llevó a preguntar si no le parecía «raro» que les descubrieran siendo «especialistas» en vigilancias.

José Francisco González reveló tal episodio durante su declaración como investigado en el marco de la pieza 7 del caso ‘Tándem’, y en la que señaló que los seguimientos se realizaron por orden del exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía Nacional Enrique García Castaño.

Explicó, a preguntas del fiscal, que García Castaño –también investigado en esta causa– le ordenó en julio de 2013 «preparar un equipo de vigilancia para seguir a Rosalía Iglesias o el entorno de Bárcenas porque la policía judicial estaba haciendo una investigación sobre el dinero que habían sacado de España o sobre las personas que habrían participado con ellos».

Así, el objetivo era buscar relaciones del matrimonio Bárcenas con personas «dedicadas a montar empresas para sacar dinero del país o que pudiera ocultar el patrimonio que tuvieran ello». Para ello, según detalló el investigado ante el juez, establecieron vigilancias en lugares como el domicilio de Bárcenas o en la «oficina» de Rosalía Iglesias –un estudio de restauración donde sospechaban que podían esconder información sensible para el PP–.

Unas vigilancias que comenzaron haciéndose sólo cuando García Castaño lo ordenaba, después como «más habitualidad» y a partir de septiembre de 2013 de «forma más sistemática» para «controlar a una mujer», que la apoderaron como «marchante», hasta que dejó ser de «interés para la investigación», aunque más tarde, en enero y febrero del año siguiente, se hicieron «dos o tres cosas particulares», contó González.

ERROR DE UN AGENTE

No obstante, el jefe de seguimientos reveló que en octubre de 2013 los seguimientos dejaron de hacerse porque Rosalía Iglesias detectó a uno de los agentes que la vigilaba en ese momento. «Salía la mujer de Bárcenas con otra mujer, cruzaron la calle, fueron a una farmacia y desde dentro empezaron a hacer aspavientos. Llamaron al 091 porque una patrulla vino a identificarnos. Identificó a uno de nuestros agentes y el conductor salió detrás de uno de los nuestros», relató.

Antes de concluir la declaración, el juez García Castellón quiso retomar este incidente para que le diera más detalles. «Son especialistas, sin embargo la señora les detecta, ¿no le parece raro?, preguntó el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6.

«Le digo que no es que es para sentirse muy orgulloso de este servicio particularmente, hicimos autocrítica y una persona cometió un error», admitió González. Tras explicar como se organiza un operativo de seguimiento, señaló que un miembro del equipo «se movió por mitad de la calle del domicilio, cruzó por un sitio inadecuado y le vieron».

«Después de eso, se puso delante de la farmacia de brazos cruzados delante de una moto y fue cuando empezaron a dar aspavientos y llamaron 091», resumió González, que destacó que el que fuera chófer de los Bárcenas, Sergio Ríos, captado por el comisario jubilado José Manuel Villarejo para llevar a cabo la ‘operación Kitchen’, persiguió a este agente que cometió el error.

González concluyó el relato afirmando que este agente «se fue de la unidad», después de que el juez de la Audiencia Nacional destaca que su actuación era «intolerable».

EL CHÓFER NO SABÍA DE LAS VIGILANCIAS

Sobre el chófer de Bárcenas, González apuntó que sabía que colaboraba con la Policía porque García Castaño se lo comunicó «dos o tres días» después de que le ordenara comenzar los seguimientos, al mismo tiempo que le indicó que Ríos no estaría al tanto de que el extesorero del PP y su mujer estaban siendo vigilados.

«Al principio no me lo dijo», agregó. Esta información le llegó después de que el exjefe de la UCAO le preguntara si utilizaban en los seguimientos una «moto con maletas o un determinado coche» porque si era así el chófer les habría detectado. Según apuntó González, estos vehículos no pertenecían a su unidad.