Podemos decir sin miedo a equivocarnos que el ajo es uno de los ingredientes base de nuestra gastronomía. Es un potenciador de sabor perfecto además de un aromatizante y sazonador ideal pero además se trata de un ingrediente muy saludable que ayuda a la circulación de la sangre, refuerza las defensas del organismo, reduce los niveles de colesterol y ayuda a estabilizar la tensión arterial. Sin embargo, hay una cosa molesta y es el olor que imprime a nuestras manos cuando lo manipulamos para elaborar cualquier receta. Si este incomodo hecho, hace que te plantees el uso del ajo cada vez que cocinas, te contamos unos cuantos trucos que te ayudarán a quitar este molesto inconveniente.
2Un olor fuerte
En efecto, el olor del ajo es muy fuerte, y lo peor es que siempre que lo manipulamos ese olor tan intenso se queda pegado en la yema de nuestros dedos durante horas, y durante días. Da igual el número de veces que nos lavemos las manos, el ahínco con el que lo hagamos y el jabón que utilicemos, el olor no desaparece. En realidad, para quitar ese incómodo olor a ajo de nuestras manos, necesitamos repelerlo con un olor más fuerte todavía, un olor que lo supere pero que sea agradable. Y eso podemos conseguirlo con un limón. Para ello debemos partir un limón a la mitad y frotarnos la yema de los dedos con la pulpa del cítrico. Tras esto, nos lavaremos las manos con agua y jabón, y el aroma suave del limón permanecerá, pero sin rastro de ajo.
