Ya es oficial, la tercera edición de La Isla de las Tentaciones arranca mañana jueves y con ella las aventuras y desventuras de cinco parejas que han decidido – voluntariamente – poner a prueba su amor. Como sabemos, el reality no es en directo, así que el destino de los concursantes ya está decidido. Sin embargo, ello no le resta interés al programa que se ha convertido – hasta que vuelva Gran Hermano – en el «reality estrella» de Mediaset. Y si tiene éxito, es entre otras cosas por los acertados castings que realiza la productora. Relaciones tóxicas, concursantes sin escrúpulos y muchas ganas de exposición mediática, un coctel molotov que reúnen la mayoría de los que emprenden esta aventura. Hoy vamos a centrarnos en una pareja que ya es una vieja conocida de la cadena: Diego y Lola.
4Futura descendencia
Muchas parejas afirman que su propósito para ir a La Isla de las Tentaciones es poner a prueba su pareja, reafirmar su amor o poner a prueba la confianza del otro… Al margen de que sea lícito lo que cada uno espere de la vida y del programa en sí mismo, no parece una estrategia ideal. Vamos, que no es buena idea tensar la cuerda, hablando en plata. En el caso de Diego y Lola parece que la meta era una mezcla de cosas, y es que al parecer, Lola quería asegurarse de que su amor era a prueba de fuego antes de dar el paso definitivo para tener descendencia. Pero todos sabemos lo que pasa cuando ponemos a alguien a prueba… Si no quieres saber lo que pasa en el concurso, no sigas leyendo…
