«¡Ya está bien!»: Crece el hartazgo en el PP castellano-leonés con Casado

Pablo Casado quiere ser profeta en su tierra… a la fuerza. El palentino, que fue durante varios años diputado estatal por Ávila, ha acabando enfadando al Partido Popular de Castilla y León por sus continuas intromisiones y su obsesión por colocar a sus amigos en puestos clave de una Junta gobernada por los populares desde que José María Aznar se hiciera con el poder en 1987. 

Estos ‘dedazos’ han enfadado al presidente castellano-leonés Alfonso Fernández Mañueco, que después de estar callado durante más de año y medio ha decidido hacer frente a Génova 13 por el «autoritarismo con el que se manejan», explican fuentes de la Junta de Castilla y León a MONCLOA.com.

«¡Ya está bien! Casado no deja de colocar a sus amigos, pero Mañueco se ha hartado y le está haciendo frente en varios asuntos. El pulso lo podría ganar Génova 13, que hace y deshace en las baronías que no cuentan con un líder con mucho poder, véase la Galicia de Feijóo o la Andalucía de Juanma Moreno», añaden.

FICHAJES

El palentino Pablo Casado, según algunas tesis, se ha aprovechado del poder del PP en Castilla y León para colocar a algunos de sus amigos o a algunos de sus exaliados. El caso más flagrante fue el que progagonizó el vasco Javier Maroto, que ‘pagó’ la debacle popular en abril de 2019 y dejó de ser la mano derecha del presidente del PP… para convertirse en senador por desginación autonómica.

El problema es que Casado forzó al PP de Castilla y León a designar al vasco Maroto, que, de forma sorprendente, se empadronó en una localidad con apenas de un centenar de habitantes, Sotosalbos, para convertirse en el nuevo portavoz popular en el Senado.

Otro caído del PP estatal fue Ignacio Cosidó, exdirector de la Policía y portavoz del PP en el Senado hasta que varios medios publicaron que estaba alardeando de un pacto entre populares y socialistas para repartirse el Poder Judicial. El salmantino Cosidó fue fichado como asesor del equipo que lidera Mañueco en las Cortes y se embolsa un sueldo bruto de alrededor de 54.000 euros anuales.

Por Ávila

Peor sentó a Mañueco la decisión de Pablo Casado de tumbar al que iba a ser en 2019 el candidato del PP a la ciudad de Ávila. Génova 13 decidió vetar a Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que había presidido durante cuatro años la Diputación.

Y Sánchez Cabrera se vengó relanzando un partido minúsculo, Por Ávila, que ganó las elecciones y se hizo con la alcaldía de una ciudad que había sido feudo del PP desde 28 años atrás. Es decir, la decisión de Casado dejó a su partido sin uno de sus graneros de voto.

EL PULSO

El último ‘capricho’ de Casado en Castilla y León ha sido jubilar por la fuerza al que había sido gerente del PP en Castilla y León desde hace décadas, Pedro Viñarás. El argumentario de Génova 13 dice que Viñarás había cumplido 65 años y debía cerrar su trayectoria.

Pero Mañueco se hartó al comprobar que Casado, sin consultárselo, había impuesto como nuevo gerente regional a un amigo personal suyo, Borja García Carvajal. Este hecho fue la gota que colmó la paciencia del presidente autonómico.

Y la ‘venganza’ de Mañueco fue fichar al soriano Pedro Viñarás como asesor del PP en las Cortes de Castilla y León con un sueldo superior a los 5.000 euros mensuales. Esta incorporación ha molestado a Casado y a su mano derecha Teodoro García Egea, que ha promovido que el Comité Nacional de Derechos y Garantías del PP abra expediente a Mañueco.

ES LA GUERRA

Mañueco sigue en sus trece: «Quiero a Viñarás a mi lado». Y el PP estatal decidirá si su barón ha desobedecido «las instrucciones o directrices que emanen de los órganos de gobierno y representación del partido siempre que sean acordes a los Estatutos», tal y como asegura su reglamento interno.

El presidente autonómico no parece estar preocupado por el expediente y ha alardeado de la «ética» de Viñarás: «Desde la capacidad de poder tomar una decisión de estas características, considero que Pedro Viñarás es una persona que debe estar a mi lado. Es una de las personas con las que hablo habitualmente como hago con otras personas».

Y el propio Viñarás también se defiende: «Soy el que más veces ha ganado unas elecciones con mayoría absoluta en este país, y eso es indiscutible. ¿Que Génova no me quiere?, bueno, estoy dolido, pero sigo trabajando para el partido, sigo ayudando a Alfonso Fernández Mañueco». Continuará…