Amoxicilina: los casos en los que no se recomienda tomarla

Con más frecuencia de lo que le gustaría a la comunidad médica, tomamos medicamentos para determinadas afecciones que no están recomendados. Suele suceder con los más conocidos, como el ibuprofeno, así como con otros como la amoxicilina, cuyo uso está cada vez más normalizado.

A pesar de que puedan parecer inofensivos, lo cierto es que en ningún caso debemos tomarnos a broma ningún tipo de medicamento. Todos ellos están pensados para ayudanos. Sin embargo, debemos tener siempre la opinión de un profesional detrás y no tomarnos por nuestra cuenta lo primero que veamos en el armario. En el mejor de los casos, podría no funcionar para nada.

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No debemos tomarla para curar un resfriado

no tomar resfriado

Como ya hemos dejado claro, la amoxicilina se trata de un antibiótico. Por esta razón, debemos darle el mismo uso que al resto de los medicamentos de este tipo. En definitiva, no tendrá ningún tipo de actividad en la lucha contra los virus, por lo que tomarla para erradicarlos no será suficiente y carecerá de sentido.

Los virus son los encargados de causar determinadas enfermedades que aparecen de forma muy frecuente. Estas pueden ser la gripe, el catarro o un simple resfriado, así como la bronquitis o la amigdalitis. Con los virus, en la actualidad, estamos más relacionados que nunca desde que se desatara la pandemia por la COVID-19.

En estos casos que hemos mencionado, su empleo no tendrá ningún tipo de beneficio. Además, produce aumento de las resistencias a los mismos, por lo que hacer una mala utilización de este antibiótico podrá ser contraproducente. En el futuro, ese aumento de las resistencias puede provocar que la amoxicilina deje de ser eficaz para tratar las infecciones para las que sí se prescribe.