El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha comunicado que el grupo tiene previsto liberar entre 700 millones y 1.000 millones de provisiones en el cuarto trimestre del año, ante la mejora del escenario macroeconómico.
Durante la presentación de resultados empresariales, el directivo ha explicado que el Santander realizó alrededor de 2.500 millones de dotaciones extraordinarias tras el estallido de la pandemia bajo la perspectiva de que el escenario macroeconómico que evolucionase peor de lo finalmente lo ha hecho.
«Como consecuencia de que el escenario es mejor, parte de las provisiones asociadas al escenario macroeconómico nos van a sobrar. ¿En qué cifra? Entre 700 millones y 1.000 millones, esto aparecerá liberado en el cuarto trimestre», ha explicado.
Santander proyecta un escenario en el que la inflación será temporal, aunque más larga de lo esperado inicialmente, y con unos tipos de interés en 2022 en línea con los actuales. «Los mercados que antes preveían subidas de tipos, en el caso de la eurozona, en siete años, ahora lo descuentan dentro de tres años», ha recordado.
En el caso de España, el consejero delegado ha señalado que será en 2022 cuando se produzca una liberación de provisiones «significativa». «Los niveles de provisionamiento en España son altos y de hecho lo que pensamos es que el año que viene bajaremos significativamente los niveles de provisionamiento en España», ha apuntado.
Sobre la morosidad en el país, Álvarez ha apuntado que el segmento de particulares está «muy tranquilo», con mejor comportamiento de lo esperado tanto en el precio de la vivienda como en la tasa de desempleo, mientras que en el negocio de empresas «todavía hay que ver la intensidad de la recuperación».
DE CAMINO A LA REDUCCIÓN DE 1.000 MILLONES DE COSTES EN EUROPA
José Antonio Álvarez ha asegurado que Banco Santander mantiene su compromiso de reducir sus costes en 1.000 millones de euros en Europa en el medio plazo.
En la presentación ante analistas e inversores, el directivo ha explicado que el recorte de costes está progresando bien en España y Portugal, mientras que en Reino Unido va «un poco más lento» debido a determinadas desinversiones que se están llevando a cabo. «Pero seguimos comprometidos con el recorte de costes de 1.000 millones de euros», ha asegurado.
En la cuenta de este año probablemente va a haber 300 millones, a final de año estaremos en 600 millones y nos queda el año que viene para alcanzar los 1.000 millones», ha detallado posteriormente ante los medios de comunicación.
Para conseguirlo, el directivo ha descartado que Santander vaya a plantear un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en España, mientras que todavía debe finalizar la ejecución de algunos planes de reestructuración de costes en Reino Unido y Portugal.
En Portugal, de hecho, mañana se celebra una vista judicial sobre el ajuste de empleo que tiene previsto acometer Santander Totta este año para alrededor de 200 empleados, al no haberse cubierto voluntariamente las 685 bajas voluntarias previstas en un plan que la entidad lanzó para los empleados del país este verano.
«En Portugal tenemos un proceso similar al de España, donde estamos adaptando nuestra estructura comercial a las necesidades que percibimos en el mercado. Puede haber algún caso marginal, pero siempre llegamos a acuerdos que las dos partes entienden razonables y suelen pasar sin mayor efecto», ha explicado.
Sobre la reducción de oficinas en España, el consejero delegado ha insistido en que es el comportamiento del cliente el que marca la evolución de los modelos de atención al mismo, al tiempo que ha puesto en valor los modelos de atención remota y el papel de las oficinas como frente «crítico», en la medida en que es la relación con el cliente es «más directa y personal».
DESCARTA FUSIONES EN ESPAÑA
Por otro lado, el consejero delegado de Santander ha señalado que la ratio de capital fijada por el consejo se sitúa en el 11%-12% y que la rentabilidad del banco se colocará en el rango del 13%-15%.
Ante un potencial exceso de capital, el consejero delegado ha explicado que será el consejo de administración el que decida si se reparte o si encuentra «oportunidades de inversión más atractivas».
Preguntado sobre la posibilidad de utilizar el exceso de capital en posibles operaciones corporativas en España, Álvarez ha apostillado que el Santander no se está planteando adquirir entidades en el país.
De hecho, ha descartado expresamente que el grupo haya analizado una posible fusión con BBVA o que pretenda hacerlo, como tampoco ha pensado en comprar TSB. «No estamos mirando nada», ha insistido.
YA SE HA EJECUTADO EL 30% DE LA RECOMPRA DE ACCIONES
El consejero delegado ha destacado la buena posición del Santander para seguir aportando valor a los accionistas. Una vez que se ha levantado el veto del Banco Central europeo (BCE), el consejo de administración del banco ha aprobado una política de dividendo consistente en el pago de un ‘pay out’ del 40% del beneficio ordinario de grupo, equivalente a 1.700 millones de euros.
A partir del 2 de noviembre Santander abonará a sus accionistas un dividendo en efectivo de 4,85 céntimos, mientras que en el trimestre en curso está llevando a cabo una recompra de acciones de 841 millones, de la que ya ha ejecutado el 30%, según ha informado el directivo.
La intención del Santander es abonar otro dividendo complementario en mayo, también mediante un pago en efectivo y una recompra, de forma que forma que la remuneración final con cargo a los resultados de 2021 ascendería a 3.500 millones de euros, de los que aproximadamente el 50% sería en efectivo y el otro 50%, en recompra de acciones (el 3% del capital).
Álvarez ha asegurado que la acción del Santander «está increíblemente barata» y espera que, con los resultados y las perspectivas que se manejan, «la acción reaccione de forma positiva y vaya hacia unos niveles más normales de los múltiplos habituales que se usan en la valoración bursátil».