La dorada es un pescado que se ha ido popularizando mucho en los últimos tiempos. Hasta hace unos años era un producto más bien caro, reservado a ocasiones muy especiales, sobre todo desde que se puso de moda la dorada a la sal como plato de lujo. Las piezas frescas que se vendían, era grandes, salvajes y con un sabor verdaderamente exquisito. Ahora es mucho más fácil encontrar este pez aun precio asequible en cualquier pescadería. El precio suele rondar entre los 7 y los 10 euros el kilo. La mayoría son de acuicultura, así que son más pequeñas y no tienen el sabor de antaño, pero aun así merece la pena degustarlas.
¿CÓMO ELEGIR LA MEJOR DORADA?
Para asegurarnos que una dorada está fresca hay que fijarse en que la carne sea firme al tacto, los ojos no estén hundidos y las agallas presenten un color rojo vivo. Además, debe tener un olor a mar sutil y poco intenso. Tiene que conservarse a una temperatura muy baja, por eso se recomienda comprarla en el último momento justo al finalizar la compra antes de irnos a casa. Si se va a consumir en las siguientes 24 horas hay que limpiarla y conservarla en al parte más fría del frigorífico, sin que tenga contacto con otros alimentos.
