La Audiencia Provincial de Cantabria ha absuelto a un hombre acusado de un delito de abusos sexuales por tocamientos a la nieta de la que fue su pareja, que entonces tenía 12 años, al no dar credibilidad al testimonio de la joven, de 18 años en la actualidad.
En una sentencia recientemente notificada, la Audiencia señala que ha encontrado «contradicciones y divergencias» en los testimonios prestados por la menor ante la guardia civil, el juez instructor y el tribunal enjuiciador.
Contradicciones «relevantes por afectar a hechos nucleares», lo que lleva a la sala a concluir que el testimonio prestado «no goza de la nota de persistencia exigida por la jurisprudencia».
Al respecto, recuerda que en este tipo de delitos que suceden en el ámbito familiar cobra especial importancia el testimonio de quien se presenta como víctima y que debe ser persistente, carecer de móviles espurios y resultar verosímil, con la concurrencia de corroboraciones periféricas que lo avalen.
En relación a la existencia o no de móviles espurios, señala que de las manifestaciones realizadas por la chica «indiciariamente cabría deducir que no tenía muy buena relación o concepto del procesado» y que podría estar «seriamente influenciada» por rumores familiares sobre la vida anterior del acusado y «por la mala opinión de sus familiares más cercanos» respecto a este.
«La sala no puede obviar que el hecho de que la joven sospechara o, según sus propias manifestaciones, tuviera la certeza de que el procesado había mantenido o mantenía una relación sentimental simultáneamente con su madre y con su abuela paterna, unido al mal concepto que del procesado tenía su padre, pudiera haber predispuesto a la entonces menor en contra del procesado», añade.
Finalmente, en relación a la verosimilitud del testimonio, el tribunal destaca que el acusado ha negado «rotundamente los hechos» y que la abuela «en ningún momento apreció ningún comportamiento anómalo en quien entonces era su pareja, ni tensión entre ellos, no llegando en ningún momento a sospechar».
También alude a unas conversaciones de WhatApp entre la joven y el acusado, en las que se aprecia una relación «fluida» entre ambos en fechas en las que, según la versión de la joven, ella no acudía a casa de su abuela porque evitaba todo tipo de contacto con él.
«El contenido de los mensajes no se compadece con el temor que la menor afirma sentir frente al procesado», señala el tribunal, para quien «la versión ofrecida por la joven carece de la suficiente corroboración periférica, estando incluso seriamente cuestionada a la vista del contenido de los mensajes». Este juicio tuvo lugar el pasado 26 de abril en la Sección Tercera de la Audiencia.
