Venezuela tarda entre ocho meses y un año para entregar el pasaporte a los venezolanos en España

Los venezolanos no han solo han sido obligados a salir en masa de su país, a consecuencia de las dos décadas de desastres económicos y políticos impulsados por el difunto dictador Hugo Chávez y su heredero político, Nicolás Maduro. También son sometidos a largas e inexplicables esperas, que van desde los ocho meses hasta un año, para poder tramitar el pasaporte, que es el único documento de identidad válido fuera de su país. Eso sin contar los 200 dólares -180 euros, aproximadamente- que cuesta el documento para los adultos y los 150 dólares que cuesta para los menores de edad, más los 80 euros que les obligan a pagar al momento de la entrega, como parte de un arancel consular.

Es un drama que lleva años, pues ha sido la única medida encontrada por el régimen venezolano para presionar y controlar a los migrantes, que, de acuerdo con las cifras de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ya alcanza los 6 millones de personas.

El pasaporte venezolano está dentro de la lista de los más costosos del mundo, pero no es solo lo que deben pagar para obtenerlo, sino todo el suplicio que significa gestionarlo y recibirlo, desde el mismo momento en el que se inicia el trámite ante la página del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), donde hay que encomendarse a todos los santos para que el sistema informático funcione y le permita iniciar la solicitud.

El mecanismo de pago de la página del SAIME sí funciona; funciona perfectamente, pero la primera traba aparece después que las personas logran procesar el pago, pues entre el momento del pago y el momento en el que le asignan la cita para acudir al consulado pueden transcurrir por lo menos o cuatro tres meses, en el mejor de los casos.

Una vez que llega la cita, la fecha para ir al consulado puede ser para uno o dos meses después, y desde el momento en el que acuden para la captación de los datos en la sede consular y el día que les llega el pasaporte, las personas esperan otros cuatro o seis meses.

El hecho de no tener un pasaporte vigente no solo les impide a los venezolanos cruzar fronteras, sino que además los limita a la hora de hacer trámites casi de cualquier índole, que van desde la posibilidad de abrir una cuenta bancaria, hasta gestionar documentos de residencia.

En países como España las autoridades han sido consientes de todo el suplicio que implica obtener el pasaporte venezolano, por lo que en algunos casos les permiten hacer trámites con el documento vencido, pero en líneas generales, siempre es un requisito casi obligatorio que esté actualizado.

Este es el caso de Manuel, quien está en España desde hace seis años y actualmente está en pleno proceso de trámite de la nacionalidad española, pero además tiene que renovar su Tarjeta de Identificación de Extranjero (TIE), porque para la nacionalidad le piden que esté vigente, y para gestionar el TIE necesita también su pasaporte actualizado, pero desde marzo, que hizo el pago, está esperando que le asignen la cita consular. Hasta este momento Manuel no sabe si de aquí a septiembre la tendrá, porque no hay nadie a quien pueda acudir para que le ofrezcan una explicación.

Para los afectados es complicado dar sus testimonios con nombre y apellido, porque temen que haya represalias en su contra por parte de los funcionarios del consulado. Todos están conscientes de que es un tema sensible porque todo depende de las decisiones que arbitrariamente se toman desde Venezuela, que varían de acuerdo al clima político que reine en el momento.

Es la misma situación de Patricia, otra venezolana que tiene cinco años en Venezuela y desde hace dos tiene el pasaporte vencido. En su caso, ella pudo hacer el pago a principios de 2021, pero no fue sino hasta octubre que le llegó la cita para acudir al consulado venezolano. El problema es que su trámite cayó en un limbo informático, donde el proceso no avanza y no tiene manera de acudir a ninguna autoridad que le pueda explicar el por qué del retraso.

«Todo lo que me dicen es que me busque un gestor que a lo interno del Saime me pueda investigar qué es lo que sucede, pero un gestor tampoco es garantía y tendría que pagar quién sabe cuánto y a ver si puede resolver lo que pasa a lo interno del sistema. Yo ya no sé que hacer, porque todo lo que me dicen es que espere, que irán llegando, que si hay muchas solicitudes, pero al final lo que aparece en la página del Saime es que el trámite no avanza», expresó la joven.

La realidad es que el asunto de los pasaportes venezolanos, no solo en España, sino en todos los países a los que han llegado los más de seis millones de venezolanos que han tenido que emigrar, es un reflejo más de la incapacidad del régimen venezolano para gestionar casi cualquier cosa que dependa de ellos.