EspaƱa busca que la OTAN mire al sur por el Sahel, Marruecos y Argelia

El Gobierno ha expresado su intenciĆ³n de lograr que la OTAN amplĆ­e su visiĆ³n para no centrarse solo en el este, y que fije tambiĆ©n su atenciĆ³n en los paĆ­ses del sur. SĆ”nchez ha remarcado la inestabilidad polĆ­tica y la amenaza terrorista en el Sahel, sin dejar de mirar tambiĆ©n a Marruecos y Argelia, aunque no los ha mencionado de forma directa para no aƱadir tensiĆ³n a un ambiente ya enrarecido.

El objetivo de que en el Concepto EstratĆ©gico que la Alianza AtlĆ”ntica aprobarĆ” en la cumbre de Madrid, donde se recogerĆ”n las que se considera son las amenazas para la prĆ³xima dĆ©cada y se plantea cĆ³mo afrontarlas, se mencione expresamente el flanco sur parece haberse conseguido.

AsĆ­ lo dio a entender el presidente del Gobierno, Pedro SĆ”nchez, durante su comparecencia del miĆ©rcoles en el Congreso, asegurando que ese era el objetivo que se habĆ­an marcado y Ā«eso estĆ” recogidoĀ». La menciĆ³n, segĆŗn indican fuentes gubernamentales, serĆ” un pĆ”rrafo dentro del texto, cuya redacciĆ³n estĆ”n negociando pĆ”rrafo a pĆ”rrafo los embajadores ante la OTAN.

El logro, de concretarse, es resultado de una intensa campaƱa en la que ha venido trabajando desde hace meses el Gobierno, principalmente el ministro de Asuntos Exteriores, JosƩ Manuel Albares, para tratar de hacer ver al resto de aliados que tambiƩn hay amenazas en el flanco sur que acechan a la OTAN.

El Gobierno ha reclutado incluso para ello al Rey Felipe VI quien, con motivo del 40 aniversario de la entrada de EspaƱa en la OTAN y ante los integrantes del Consejo AtlĆ”ntico –que se encargan de redactar el Concepto EstratĆ©gico–, tambiĆ©n llamĆ³ la atenciĆ³n sobre el flanco sur. Ā«Nuestra seguridad colectiva tambiĆ©n requiere que la Alianza preste cada vez mĆ”s atenciĆ³n a los desafĆ­os de la direcciĆ³n estratĆ©gica surĀ», sostuvo el monarca.

SOLIDARIDAD CON EL ESTE

En su argumentario, el Gobierno ha recalcado en todo momento que es plenamente consciente de la amenaza que plantea Rusia al llamado flanco este –los paĆ­ses bĆ”lticos, Ucrania y otras antiguas repĆŗblicas soviĆ©ticas como Moldavia o Georgia, entre otros– y por tanto es solidario con estos paĆ­ses, como lo demuestra su participaciĆ³n en las misiones de la OTAN en esta zona.

Dicha solidaridad ha quedado demostrada por el hecho de que, a raĆ­z de la invasiĆ³n rusa de Ucrania, EspaƱa ha incrementado el despliegue de efectivos en misiones como la de Letonia, que ha pasado de 350 militares a 600 en junio, o las operaciones vigilancia del espacio aĆ©reo del BĆ”ltico, donde habrĆ” este aƱo un total de tres despliegues.

A cambio, como explicĆ³ SĆ”nchez en el Congreso, Ā«si ocurre algo, y ojalĆ” no ocurra, en el frente sur, nosotros tambiĆ©n pediremos esa solidaridadĀ», reiterando asĆ­ el argumento que han venido repitiendo primero a raĆ­z de la crisis migratoria vivida por Polonia y los paĆ­ses bĆ”lticos auspiciada por Bielorrusia y luego tras la invasiĆ³n rusa de Ucrania.

PREOCUPACIƓN POR EL SAHEL

La situaciĆ³n en el Sahel es un asunto que preocupa a la UE desde hace aƱos y que por tanto no es nuevo para los aliados, muchos de los cuales estĆ”n presentes militarmente en paĆ­ses de esta regiĆ³n. Sin embargo, a raĆ­z del doble golpe de Estado militar en MalĆ­ y del golpe registrado en Burkina Faso a principios de este aƱo, la preocupaciĆ³n va en aumento.

En la regiĆ³n operan las filiales de Al Qaeda y Estado IslĆ”mico –el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM) y el rebautizado Estado IslĆ”mico en el Sahel–. En los dos Ćŗltimos aƱos, los yihadistas han expandido sus actividades cada vez mĆ”s hacia el sur, con Burkina Faso como gran epicentro de la violencia, y con la mirada puesta en los paĆ­ses del golfo de Guinea, en particular BenĆ­n, Togo y Costa de Marfil.

Pero sin duda el factor que ha hecho saltar todas las alarmas, y que ahora estĆ” usando el Gobierno para reivindicar su postura, es la presencia de mercenarios rusos en MalĆ­. La decisiĆ³n de la junta militar de recurrir a la firma rusa Wagner –propiedad de un aliado del presidente ruso, Vladimir Putin– tensĆ³ aĆŗn mĆ”s la relaciĆ³n entre Bamako y ParĆ­s y ha culminado con la peticiĆ³n de que las tropas francesas abandonen el paĆ­s, una retirada que ya estaba en marcha en todo caso.

TambiĆ©n preocupa el impacto que la guerra en Ucrania pueda tener en esta regiĆ³n, una de las mĆ”s castigadas por el cambio climĆ”tico, sobre todo por los problemas de suministro de cereales que estĆ” trayendo consigo el conflicto y que podrĆ­an agravar la inseguridad alimentaria y generar a su vez inestabilidad social. La consecuencia podrĆ­a terminar siendo nuevos flujos de refugiados y desplazados, muchos de los cuales podrĆ­an poner su mirada en Europa.

Al mismo tiempo, segĆŗn sostuvo este jueves Albares en un encuentro con periodistas con motivo de la prĆ³xima cumbre de la OTAN, Ā«las amenazas son cada vez mĆ”s diversas que nunca y requieren una respuesta mĆ”s unida y coordinada entre socios y aliadosĀ».

LA INMIGRACIƓN Y LA ENERGƍA COMO AMENAZA

Ā«Hemos visto cĆ³mo se utiliza la presiĆ³n energĆ©tica sobre la soberanĆ­a de nuestros paĆ­ses, cĆ³mo se instrumentaliza de manera totalmente inaceptable a las personas migrantes para presionar en nuestras fronteras, cĆ³mo los ciberataques se multiplican, incluidos aquellos contra infraestructuras crĆ­ticasĀ», subrayĆ³.

Ā«Lo hemos visto en el flanco este y podemos asistir perfectamente al uso de esas amenazas en el flanco surĀ», previno, defendiendo que Ā«a ello debe responder la Alianza, todos unidos, de manera determinada y firmeĀ».

Ya durante la crisis vivida el pasado otoƱo por la llegada masiva de migrantes procedentes de Oriente PrĆ³ximo a varios paĆ­ses de la UE alentada por Bielorrusia, el Gobierno mostrĆ³ su solidaridad y alertĆ³ de que el uso de la inmigraciĆ³n como herramienta de presiĆ³n tambiĆ©n podĆ­a llegar del sur.

Entonces, aĆŗn inmersos en la crisis con Marruecos, el Ejecutivo tenĆ­a fresco aĆŗn en la memoria la entrada de mĆ”s de 10.000 migrantes en Ceuta entre el 17 y 18 de mayo alentada por la inacciĆ³n de las fuerzas de seguridad marroquĆ­es en plena tensiĆ³n con el paĆ­s vecino por la acogida del lĆ­der del Frente Polisario, Brahim Ghali, y con el rechazo a reconocer el SĆ”hara como marroquĆ­ como telĆ³n de fondo.

Sin embargo, cada vez que hablĆ³ de esta amenaza mientras durĆ³ la situaciĆ³n en las fronteras con Bielorrusia evitĆ³ mencionar a Marruecos, en un intento por no caldear aĆŗn mĆ”s los Ć”nimos. Ahora, la relaciĆ³n con el reino alauĆ­ se encuentra en una nueva etapa, tras el respaldo al plan de autonomĆ­a marroquĆ­ para el SĆ”hara, y el propio SĆ”nchez resaltĆ³ los avances logrados en los dos meses transcurridos.

Pero quienes conocen a Marruecos no han dejado de advertir en este tiempo al Gobierno de que Rabat podrĆ­a volver a las andadas en un futuro, tras haber comprobado que el uso de la inmigraciĆ³n como herramienta de presiĆ³n, al igual que la asfixia a la que ha venido sometiendo a Ceuta y Melilla, podrĆ­a dar sus frutos.

La resoluciĆ³n de esa crisis desatĆ³ otra con Argelia, que retirĆ³ inmediatamente a su embajador y que esta semana ha ido mĆ”s allĆ” y, ademĆ”s de suspender el Tratado de Amistad, ha cancelado las operaciones de comercio exterior con EspaƱa.

Por ahora, Albares ha dicho que el suministro de gas no se ha visto afectado por la medida –Argelia habĆ­a asegurado hasta ahora que el envĆ­o estaba garantizado aunque la estatal Sonatrach amenazĆ³ por subir el precio– y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha mostrado confiado en que se mantendrĆ” la cooperaciĆ³n en materia de seguridad, resaltando el descenso del 35% de la llegada de migrantes que se pueden atribuir a la ‘ruta argelina’.

Con todo, al hablar de la energĆ­a y la migraciĆ³n como herramienta de presiĆ³n, Albares evitĆ³ mencionar a Argelia como antes ocurriĆ³ con Marruecos, aunque viniendo del sur esta amenaza solo puede proceder de estos paĆ­ses, o de Libia, que tambiĆ©n se enfrenta a una grave inestabilidad.