Podemos se da cuenta de que Nacho Álvarez no es Juanma del Olmo tras una nueva estretegia-chapuza

Unidas Podemos ha protagonizado una de las escenas en materia de comunicación más chapuceras de los últimos meses. En la sala de máquinas de la formación sonaba muy bien, pero de cara a la galería han quedado en evidencia. La negociación de los Presupuestos Generales del Estado y el acuerdo entre Unidas Podemos y el PSOE para las cuentas se han vuelto en contra de los morados. El fallo no solo lo ha cometido Nacho Álvarez, quien se encargó de negociar en nombre de Unidas Podemos (junto a Josep Vendrell) los Presupuestos, sino que ha sido una chapuza coral del partido que ha quedado en evidencia al día siguiente de anunciar el acuerdo. La falta de Juan Manuel del Olmo se nota. Y la toma de posesiones de personajes como Lilith Verstrynge o la propia Ione Belarra también. Para Podemos, era brillante aceptar a puerta cerrada un aumento del 25% en el presupuesto militar para luego renegar de él. Pero no han salido las cosas como esperaban.

Nacho Álvarez y Josep Vendrell, los chicos de confianza de Ione Belarra y Yolanda Díaz, respectivamente, no han sabido hacer bien las cosas. Algunos acusan directamente a Lilith Verstrynge, pese a que ella no necesariamente coordina las estrategias en materia de comunicación. Otros directamente entienden que ha sido la propia Ione Belarra la que ha tomado la opción de imitar las estrategias de comunicación más chapuceras del momento. Pero lo cierto es que muchos lamentan la ausencia de Juan Manuel del Olmo como gurú de la comunicación porque desde que se fuera no han dejado de cometer fallos tremendos. El de ahora ha obligado a la vicepresidenta de Gobierno Yolanda Díaz y a la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, a guardar silencio en una cuestión clave como con los Presupuestos Generales del Estado.

Por poner en antecedentes al lector, lo mejor será empezar por esa reunión entre los socialistas y Vendrell y Álvarez. En este encuentro privado y que se cerró de madrugada se trataron temas como la ayuda de 100 euros mensuales a las madres con hijos de cero a tres años o el disparar las ayudas por desempleo. Pero también se aceptaron otras cuestiones clave como era el aumento de un 25% del dinero destinado a las Fuerzas Armadas. En la reunión, desde Unidas Podemos entendieron que era un «sapo» a tragar. Y lo hicieron de buena gana porque ya tenían pensado la chapucera estrategia en materia de comunicación a seguir después de aceptar esos Presupuestos de los que ahora han empezado a quejarse.

La idea que vino de la sala de máquinas de Podemos, que no de Unidas Podemos, y por la que acusan ligeramente algunas fuentes a Lilith Verstrynge, era la de decir que sí en la reunión a puerta cerrada para decir luego que no en el debate en el Congreso de los Diputados. En este punto las fuentes tienen relatos en muchos casos contradictorios. Algunos creen que el PSOE y Unidas Podemos pactaron previamente las quejas que lanzaría el partido de Ione Belarra pese a que finalmente aceptarían las condiciones. Otros creen que el PSOE simplemente las ha visto venir y otros entienden que simplemente ha sido un error más en materia de comunicación de Unidas Podemos. Pero todos coinciden en que el PSOE ha sacado una vez más a relucir las vergüenzas de Podemos.

La idea del partido morado ha sido al de oponerse frontalmente a una medida que Nacho Álvarez y Josep Vendrell habían aceptado de buen grado durante esas negociaciones por los Presupuestos Generales del Estado que acabó en la madrugada del lunes. El problema ha sido que el PSOE no ha tenido reparos en airear las conversaciones de esa reunión secreta y ha dejado claro que tanto el secretario de Estado de Asuntos Sociales, Nacho Álvarez (y futuro gurú económico del partido), como el jefe de gabinete de Yolanda Díaz, Josep Vendrell, eran perfectamente conscientes de esta cláusula que trataron con calma y aceptaron de buen grado.

Se habla de una chapuza en materia de comunicación porque no pactaron con los socialistas estas quejas posteriores y porque no han sido capaces de responder a las preguntas de la prensa de si Nacho Álvarez y Josep Vendrell eran conocedores de esta realidad. Tanto Ione Belarra como Díaz han mantenido un silencio incómodo que ha dejado vendidos a todos los dirigentes de Podemos, en especial a nivel interno a quienes se han encargado de suplir las estrategias de Juan Manuel del Olmo, a quien ya echan de menos por este tipo de cuestiones.