La visita de Rafael Lacava a Madrid comienza a surtir efectos: las encuestas en Venezuela lo ponen adelante

El gobernador chavista, Rafael Lacava, ha logrado su objetivo: ser la figura del chavismo más aceptada tanto dentro de ese grupo político, como por un amplio sector de la oposición venezolana, por lo que todo parece indicar que esos primeros acercamientos que hizo durante el verano, con miembros de la oposición que estén en el exilio, en Madrid, han dado sus frutos y el mandatario regional podría ser la figura de la transición para dejar atrás al dictador Nicolás Maduro.

Una de las encuestas más recientes, publicadas en Venezuela, elaborada por la compañía Datanalisis, Lacava aparece con muchísima más popularidad que Nicolás Maduro, lo que seguramente no tendrá muy contento al dictador venezolano, pues en sus planes está perpetuarse en el poder, de la misma manera que en su momento pretendió hacerlo el fallecido dictador Hugo Chávez.

La misma encuesta de Datanalisis muestra como la figura más destacada de la oposición venezolana al también gobernador, pero del estado Zulia, Manuel Rosales, pero ninguno de los que se hacen llamar líderes y tienen pretensiones electorales encabezan las listas de la preferencia de los venezolanos.

Y ha sido precisamente esas fisuras dentro de la oposición venezolana las que ha utilizado Rafael Lacava para venderse como la figura de la transición, para salir de la dictadura de Nicolás Maduro, pese a que el líder del chavismo lo tiene vigilado y por encima tiene además a los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, que son los estrategas del régimen y que ahora han comenzado a implementar la estrategia de vender ante todo el mundo la supuesta recuperación económica del país, a pesar de las sanciones internacionales, que aunque ellos dicen que son contra Venezuela, han sido contra funcionarios del régimen.

Para el chavismo y para parte de la oposición, Rafael Lacava es un figura más afable, desde el punto de vista de la gestión política, y tal como él lo ha querido vender a los políticos que adversan al chavismo y que han tenido que huir de Venezuela por la persecución del régimen de Nicolás Maduro, él podría ser, fácilmente, la figura de una transición política, que aglutine a los votantes de ambos bandos, que, por un lado, están hartos de todo lo que ha sido la destrucción del país por parte del chavismo, y que por el otro, están desencantados de la dirigencia de la oposición que no ha sabido capitalizar el descontento social para sacar al dictador del poder.

Ese fue el panorama que les vendió Lacava a los opositores que se preparan para un proceso de elecciones primarias que se realizarán a principios del 2023, a través del cual pretenden elegir a un contendor que se mida, en unas eventuales elecciones presidenciales, con Nicolás Maduro.

El mapa político de Venezuela está completamente tomado por el chavismo, pues son ellos quienes controlan a los organismos electorales desde que Hugo Chávez llegó al poder, en 1998 y luego pasó a manos de Nicolás Maduro en 2013. A partir de allí, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha estado en manos de personajes afines al régimen por lo que es improbable pensar en un proceso electoral transparente y apegado a los principios democráticos.

Con estos elementos en la mesa, resulta poco probable que Nicolás Maduro pueda salir del poder a través de un proceso electoral limpio y democrático, pero aun así, la oposición continúa planteándose la opción de participar en un proceso electoral que, en principio, estaría pautado para 2024, pero que al final, podrían celebrarse cuando al dictador venezolano le provoque, pues en sus últimas apariciones en público ha dejado entrever que existe una posibilidad de que este proceso sea adelantado a 2023.

Mientras esto sucede, Rafael Lacava continúa aglutinando las preferencias de varios sectores del país que lo ven como una figura menos dura, que «gestiona» y reconoce los errores que se han cometido en cuanto a las políticas públicas y gestiones del Gobierno. Para el chavismo, el gobernador del estado Carabobo les hace recordar la figura de Hugo Chávez, por lo carismático y cercano que les resulta para quienes le siguen y la singularidad con la que se muestra a través de sus las redes sociales, que en Venezuela son la única alternativa que tienen en muchos sectores del país, para enterarse de lo que sucede, por la poca difusión que tienen los medios de comunicación convencionales.

El problema más grande al que se enfrenta Rafael Lacava es el propio Nicolás Maduro, de hecho, a principios del mes pasado, el propio dictador venezolano se fue hasta la entidad gobernada por Lacava y prácticamente lo obligó a decir que él no tenía aspiraciones presidenciales mientras Maduro estuviese en el poder.

De hecho, tras haber afirmado en una entrevista radial que renunciaba a sus aspiraciones, Nicolás Maduro se trasladó hasta el estado Carabobo a inaugurar algunas obras públicas y el gobernador disfrazó todo lo que pudo con la figura del dibujo animado que lleva a Nicolás Maduro vestido de Superman al que han bautizado como el Superbigote.

Todavía queda mucho tiempo para que se defina el panorama político venezolano, pero lo que sí es seguro es que Rafael Lacava goza de la simpatía de un gran número de venezolanos y que tendrá que lidiar con el dictador y con la oposición si de verdad pretende sacar adelante sus aspiraciones presidenciales.