Todos (los que podemos) sabemos caminar, porque es un instinto natural del ser humano. Con unos pocos meses de vida nos ponemos de pie y comenzamos a dar nuestros primeros pasos. Pero, ¿y si nos dijeran que no todos caminamos correctamente o que podemos andar de una forma específica para sacarle partido a cada paso? De esto se trata la marcha nórdica, una disciplina deportiva que cada vez gana más adeptos por los grandes beneficios que aporta y lo accesible que es para todo el mundo. Caminar puede ser mucho más que avanzar poniendo un pie delante del otro.
PROTEGE LAS ARTICULACIONES
Muchos ejercicios aeróbicos o de fuerza basados en la repetición pueden dañar las articulaciones. Sin embargo, la marcha nórdica es excelente par fortalecer los huesos sin afectar a las articulaciones gracias a los bastones. Es, por lo tanto, un ejercicio ideal para personas mayores que busquen mantenerse activos, mejorar su condición física y prevenir la osteoporosis y el deterioro articular.