Existen pocas personas en el este mundo a las que no le guste el brownie, esa preparación que se nos deshace en la boca en una exquisita y placentera explosión de sabor. Se nos hace la boca agua de solo pensar en ello. Katharine Hepburn nos dejó su mítica receta que la mantendrá viva por siempre. Sencilla, rápida, fácil y está de muerte. La receta fue publicada en “The New York Times” en una carta al editor firmada por Heather Henderson, una vecina de la intérprete.
6El brownie está riquísimo solo, pero también puede acompañarse
El brownie es un postre lo suficientemente copioso como para que no necesites ningún otro para llenarte, aunque no queda mal si lo haces. En los restaurantes lo sirven con helado de vainilla y calentitos. El contraste del frío con el calor crea una sensación de placer inigualable. Si lo quieres más bien para merendar en casa, podrías tomarlo con un vaso de leche. Los más golosos le ponen nutella encima.
