Koldo García Izaguirre, mano derecha de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes , no tuvo miramientos en endosar un inmueble a nombre de su hija de tan solo dos años por un valor de 115.000 euros en metálico, sin constituir hipoteca alguna y sin que se haya encontrado una posición de efectivo que lo justifique, es decir, que con los ingresos habituales, como la nómina, no podría hacer frente a tal cantidad.
Así lo indican fuentes de la investigación del ‘caso Koldo’ o el ‘caso Mascarillas’. También está denominado ‘caso PSOE’ o ‘caso Sánchez’, según el PP, al afectar a Ministerios, como el de Transportes, Defensa e Interior, varias empresas públicas y consejerías de Gobiernos, como Canarias y Baleares, controladas por el ahora ministro Víctor Ángel Torres y la tercera autoridad del Estado y presidenta del Congreso, Francina Armengol. Las pesquisas también salpican a Salvador Illa, exministro de Sanidad y líder del PSC en Cataluña.
El resto del dinero se abonó con cuatro cheques a favor de los vendedores de estos inmuebles, todos frente a la cuenta corriente de su hija, cuando ésta apenas cumplía dos años. En esta misma cuenta se había ingresado dos días antes de la compraventa del inmueble la cantidad de 110.023,25 euros a través de nueve traspasos.
Según la investigación, estas transferencias eran dos supuestos préstamos, uno de ellos a través de Joseba García Izaguirre, hermano de Koldo; fondos aportados por la propia mano derecha de Ábalos y su mujer, Patricia Úriz, como una donación de 90.000 euros en efectivo y sin que se haya registrado movimiento bancario alguno. Cabe señalar que la banca tiene obligación de dar la alerta por cualquier aportación a cuenta en efectivo superior a 3.000 euros. Koldo debía conocer este sistema, pero lo pasó por alto.
KOLDO GARCÍA IZAGUIRRE UTILIZÓ LA CUENTA DE SU HIJA
Para ocultar la titularidad real de los inmuebles, Koldo García Izaguirre utilizó presuntamente como testaferros a su propio hermano y la entonces mujer de éste, Ana María Rodríguez, según la investigación. En este sentido, las pesquisas señalan los traspasos entre 2020 y 2022 desde la cuenta de Joseba García Izaguirre a las cuentas de Koldo, su mujer y su hija, todas ellas realizadas en su mayoría durante ese intervalo de tiempo.
Así, transfirió 130.652,38 euros en 2020, año en el que hasta Administraciones Públicas -Ministerio de Transportes (José Luis Ábalos), Interior (Fernando Grande-Marlaska), Puertos del Estado, Adif, los Gobiernos de Baleares (Francina Armengol) y Canarias (Ángel Víctor Torres), así como el Ministerio de Sanidad (Salvador Illa) concedieron un total de 53 millones a Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas, la empresa controlada por Víctor de Aldama, presentado falsamente como cónsul honorario de España en Oaxaca (México) durante un viaje oficial de Ábalos, entonces ministro de Transportes y actual diputado del PSOE.
La cantidad que pasó de las cuentas de Joseba García Izaguirre a las de la familia de Koldo se redujo drásticamente en 2021, hasta los 84.907,61 euros; y aún menor fue en 2022, con 52.215 euros, siempre según la investigación del caso, dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno.
KOLDO GARCÍA IZAGUIRRE DISPARÓ LOS MOVIMIENTOS TRAS LOS CONTRATOS DE LA VERGÜENZA
Un exhaustivo análisis de estas cuentas bancarias apunta que los ingresos de Joseba García Izaguirre y de su exmujer e hija, relativos a transferencias, préstamos y deudas, así como disposiciones en efectivo, se dispararon entre 2020 y 2021. Lo mismo ocurrió con las cuentas de Koldo García Izaguirre. Todo, al calor de las adjudicaciones de nueve contratos, de los que ha dado buena cuenta MONCLOA.
Llamó la atención la compra de inmuebles empleándose dinero en efectivo y fondos procedentes de transferencias ejecutadas por terceros
Las pesquisas se centran en estas grandes cantidades de dinero porque sus nóminas permanecieron «estables». Asimismo, la mayor parte de las hipotecas y préstamos se suscriben durante los meses siguientes a la adjudicación de los contratos públicos. Los investigadores apuntan que «llamó la atención la compra de inmuebles empleándose dinero en efectivo y fondos procedentes de transferencias ejecutadas por terceros».
El hermano de la mano derecha de Ábalos, además, está vinculado con organismos dependientes del Ministerio de Transportes desde 2019, un año antes de la adjudicación de los contratos de la vergüenza. Así, fue contratado por Ineco, empresa centrada en soluciones integrales e innovadoras en todas las fases del desarrollo del transporte; y Emfesa, cuyo accionista único es Adif, la operadora de infraestructuras ferroviarias de España.
JOSEBA GARCÍA, AL SERVICIO DE LA PÚBLICA EMFESA
Joseba García Izaguirre, además, estuvo en nómina en Emfesa, dirigida por Vicente Calzado Tellez, y está vinculado directamente con Víctor de Aldama, el administrador de Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas, por la compra de un vehículo a MTM 180 Capital SL, una sociedad administrada también por Aldama. La compra se produce tras distintas operaciones que ejecutó el presidente del Zamora con terceros vinculados directamente con Koldo.
Koldo, por su parte, hizo tándem con Ábalos desde el nombramiento de este último como ministro por parte de Pedro Sánchez. Llegó a ser consejero de Renfe, pese a carecer de experiencia para el puesto, una asignación muy criticada, pero que el Gobierno del PSOE mantuvo sin problema hasta la salida de Ábalos en 2021, momento en el que Koldo también fue sustituido.
Como en toda investigación que se precie, las pesquisas se centraron en seguir el rastro del dinero, una complicación añadida ante los rápidos movimientos de terceros cercanos a Koldo. Realizaron todo tipo de operaciones para dificultar la trazabilidad de las transferencias, aunque todo quedaba en manos de unos pocos.
Para ello, se utilizaron contactos dentro de la Guardia Civil, como el subteniente JLRG, que habría obtenido transferencias de 5.000 euros. Para los encuentros con Koldo, este agente utilizó un vehículo del Grupo Cueto, administrado por el mayor beneficiario de la supuesta trama, Juan Carlos Cueto. De hecho, en los papeles del vehículo aparecía como trabajador de Cueto.
