Los residentes en el poblado mallorquÃn de Son Banya, han tomado la decisión de romper el confinamiento y el cierre temporal que habÃan determinado varias semanas atrás por el coronavirus. De esta forma,han reactivado la venta de droga en sus diferentes puntos de distribución.
Hace apenas unos dÃas, la unidad aérea de la PolicÃa Nacional «Cóndor», sobrevoló la zona. Al hacerlo pudo detectar una gran cantidad de personas y vehÃculos transitando por el lugar. Desde el aire, el helicóptero fue capaz de tomar imágenes de diferentes turismos accediendo al poblado, asà como adquiriendo droga en sus más de 20 puntos de venta.
Además de advertir la reapertura del mercado de la droga, los agentes pudieron comprobar como habÃa una gran cantidad de personas que estaban incumpliendo el confinamiento decretado por el estado de alarma. Ignorando las normativa vigente, por las calles del poblado se pueden ver tanto a adultos en corrillos como niños jugando entre ellos.
RETIRADA DE LA BARRICADA POR EL CONFINAMIENTO
Hace apenas un par de semanas, el poblado de Son Banya decidió cerrar sus puertas a posibles visitantes por el COVID-19. Para ello colocaron una barricada con muros de hormigón, contenedores de basura, objetos diversos y un cartel en el que se podÃa leer «Prohibido el paso a toda persona ajena al poblado. Coronavirus». Asà pues, pasó a estar cerrada la única puerta de entrada y salida del mismo.
De esta manera parecÃan cesar su actividad de tráfico de drogas de forma temporal, haciendo cumplir el estado de alarma vigente en el paÃs. De hecho, desde que se confinase a los ciudadanos en sus hogares, la PolicÃa Nacional se ha visto obligada a sancionar a varios ciudadanos por aproximarse a este poblado mallorquÃn en la búsqueda de sustancias estupefacientes.
Varias unidades del Cuerpo Nacional de PolicÃa (CNP), como los Grupos Operativos de Respuesta (GOR), los «zetas» o las Unidades de Prevención y Reacción (UPR) han reforzado sus controles sobre la zona desde el inicio del confinamiento. Sin embargo, su presencia y las limitaciones establecidas por el estado de alarma no han surtido efecto sobre algunos ciudadanos. Por ello son muchos los que han sido acercándose al asentamiento.
Tras un par de semanas de supuesto cierre de la actividad, los residentes de Son Banya han decidido retirar la barricada. De esta forma, han vuelto a permitir el acceso de los clientes a su supermercado de la droga.
PRESUNTO CIERRE TOTAL DE LA VENTA DE DROGA
El cierre decretado el pasado domingo 29 de marzo fue la primera vez en la historia del poblado que los clanes de etnia gitana que se encargan de la venta, distribución y narcotráfico decidieron cerrar por completo la actividad. O al menos asà lo anunciaron.
Desde la PolicÃa Nacional se tienen dudas de que esto realmente fuese asÃ. Se cree que se trataba de una estrategia mediante la cual los residentes del poblado trataban de bajar la presión policial de la zona. AsÃ, una vez que esta disminuyó, han vuelto a retomar su actividad habitual.
Al tener conocimiento de esta nueva situación, la PolicÃa Local, asà como la PolicÃa Nacional y el Ejército, han vuelto a incrementar la vigilancia sobre el asentamiento.
SORPRENDIDO DURANTE EL CONFINAMIENTO
Antes de que se decretase el supuesto cierre total de la actividad en el poblado de Son Banya, el 22 de marzo, los agentes de la PolicÃa Nacional sorprendieron a un ciudadano a la entrada del poblado. Ataviado con su uniforme de empresa, aseguró a los agentes que acababa de salir de trabajar.
Su versión no convenció a los policÃas, que tras comprobar que mentÃa le levantaron una propuesta de sanción por desobediencia.
VIDA NORMAL EN SON BANYA
A pesar de declarar su cierre, los residentes del interior del poblado mantuvieron su vida normal. Los vecinos se encontraban por la calle, charlando unos con otros y sin respetar el confinamiento ni las medidas de seguridad.
El asentamiento está reducido a la mitad de su tamaño por los derribos de construcciones ilegales y los desalojos de los últimos años. Sin embargo, aún mantiene activos numerosos puntos de venta de droga.
La afluencia de toxicómanos se redujo por los controles policiales, aunque algunos aún acudÃan en busca de su dosis. En todo caso, esta crisis también les ha afectado y el supermercado de la droga pasa por sus horas más bajas.
La escasez de clientes por motivos de confinamiento y los controles policiales, también tiene su repercursión el precio de la droga, que se ha disparado durante el estado de alarma. Además de subir de valor por la mayor escasez de sustancias y clientes, también lo hace por el riesgo que supone para los vendedores su comercialización en estos momentos de gran presión y control policial.
VENTA DE DROGA A DOMICILIO
La llegada de la crisis sanitaria por coronavirus y el confinamiento obligado llevó a muchos de los residentes del poblado a buscar alternativas. De esta forma trataron de continuar con la venta de cocaÃna, heroÃna, hachÃs y marihuana en otras barriadas.
De hecho, algunos se han desplazado a otras zonas como La Soledat, Son Gotelu y Camp Redó, donde se mantiene la distribución y el menudeo. La Soledat, de hecho, se ha convertido en la principal alternativa a Son Banya para los compradores de sustancias estupefacientes.
Sin embargo, la presión policial en toda estas zonas ha complicado su labor. Por este motivo han elaborado nuevas estrategias, como la venta de droga a domicilio.
De hecho, el pasado 7 de abril, fue descubierto y desmantelado un negocio de venta de droga que operaba bajo la apariencia de un supermercado con servicio de reparto a domicilio. Fueron detenidas dos personas de 36 y 48 años por un delito contra la salud pública.
Los arrestados se ocultaban bajo la apariencia de un servicio de reparto de comida desde un supermercado de la ciudad, pero en su lugar distribuÃan droga a domicilio. En el registro de su almacén se encontró un zulo oculto en el que habÃa una plantación de marihuana con capacidad para más de 300 plantas. Además, se aprehendió un paquete de más de 8 kg de cogollos de marihuana dispuesto para su venta y 37 kg de marihuana.