El conseller de Educación de la Generalitat, Josep Bargalló, ha fijado este jueves la educación presencial como lo prioritario de cara al próximo curso, del que ha avisado: «La organización de los centros no se parecerá a la que era; los horarios no serán como los que eran, y los espacios no serán como los que eran».
Ha avanzado en el pleno del Parlament que «no habrá ningún curso de ningún nivel de ninguna etapa que sea sólo telemático», mientras que sí habrá que serán solo presenciales, y ha dicho que el curso 2020-2021 será el de la emergencia educativa y el de la respuesta comunitaria para construir una nueva realidad social.
Preguntado por la emergencia educativa por el coronavirus por los comuns y por el PSC-Units, Bargalló ha garantizado que el próximo curso se necesitarán interinos y sustitutos: «Está pendiente una mesa sindical para hablar del asunto, que se convocará pronto, cuando acabemos de tener atado todo el concepto de la contratación».
Ha recordado que el Govern estudia contratar a «miles» de profesores y miembros del personal docente, y ha explicado que están abordando con la Conselleria de Economía la cifra de gastos tanto para los nuevos profesionales como para los nuevos espacios que se requerirán para mantener las distancias entre alumnos.
«Sería fácil hacer demagogia y decir que se bajarán las ratios» pero que no es el caso, sino que se aplicarán medidas sanitarias que obligan a ampliar las distancias entre alumnos y se hablará de alumnos por metro cuadrado y no de ratios, y ha recordado que están trabajando con ayuntamientos para encontrar nuevos espacios.
«FALTA DE CONSENSO GLOBAL»
«Hemos reabierto los centros con falta de consenso global, pero no se podía hacer de otra forma» porque había actores educativos que apostaban por abrir y otros que defendían no hacerlo hasta septiembre, ha destacado el conseller, que ha asegurado que las probabilidades de alcanzar un consenso mayoritario de cara a setiembre son mayores.
La diputada del PSC-Units Esther Niubó ha advertido de que «el alumnado con necesidades educativas específicas no puede ser el perdedor» de la crisis del coronavirus, y ha apostado por promover un verano que fomente el acceso universal a actividades de educación en el ocio, con medidas compensatorias de desigualdades agraviadas por la pandemia.
Desde los comuns, Marc Parés ha avisado de que las decisiones difícilmente pueden ser efectivas si gran parte del sector está en contra, y ha defendido aprovechar la emergencia educativa para redefinir el modelo: «Venimos de uno que no era inclusivo y generaba segregación escolar», y quiere un nuevo modelo que priorice la escuela pública y reduzca ratios.