sábado, 14 diciembre 2024

VÍDEO: Nuevo asesinato a un hombre negro aumenta tensiones en EEUU

Este viernes un hombre afroamericano de 27 años falleció en Atlanta, estado de Georgia, tras ser disparado por la policía cuando este intentaba huir. El suceso rápidamente ha sido considerado como asesinato racista y no ha hecho más que empeorar la difícil situación en Norteamérica.

Rayshard Brooks se había quedado dormido dentro su coche frente a la ventanilla del drive-through de un restaurante de comida rápida de la cadena Wendy’s. Al estar obstaculizando el paso del resto de vehículos, dos policías blancos acudieron al lugar alrededor de las 22:30 de la noche y le hizo un control de alcoholemia, que dio positivo. Los agentes recibieron una «queja de que un hombre estaba dormido en un vehículo aparcado delante de la ventanilla (de recogida de alimentos), lo que provocaba que otros clientes tuvieran que manejar alrededor del auto».

Después de dar positivo en alcohol, los agentes procedieron a su detención. El hombre se resistió en un forcejeo con los policías, hasta que le robó el táser (pistola de descarga eléctrica) a uno de ellos y huyó. Mientras el hombre de 27 años corría, uno de los policías le disparó, lo que acabó con su vida.

«El agente de policía sacó una pistola de descarga eléctrica, y los testigos dicen que, durante el forcejeo, el hombre (Brooks) agarró esa pistola eléctrica y se hizo con ella», indica el informe del Buró de Investigación de Georgia (GBI, en inglés). Tras ser disparado con un arma de fuego, Brooks fue «transportado a un hospital local, donde murió tras la cirugía».

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ASESINATO QUE AUMENTA LA TENSIÓN

Todo esto ocurría en Atlanta, ciudad en la que hace unos meses fallecía el afroamericano Ahmaud Arbery, a manos de dos hombres blancos. Este asesinato reabrió el debate sobre el racismo en Estados Unidos, antes de que la muerte de George Floyd terminara de encender al país entero.

Las consecuencias inmediatas de esta nueva muerte han sido la dimisión de la jefa de Policía de Atlanta, Erika Shields, el despido de Garrett Rolfe, el policía que disparó a Brooks, y la baja administrativa del agente que le acompañaba, Devin Bronsan.  «No dijo que (le aliviaba) haber salvado su propia vida. Dijo: ‘Le he cazado». El abogado de la familia de Brooks admitió que se trata de un suceso distinto al de George Floyd, debido a que el hombre le robó un táser al agente.

No obstante, denuncia aspectos como las primeras palabras del agente tras dispararle: «No dijo que (le aliviaba) haber salvado su propia vida. Dijo: ‘Le he cazado», fueron las palabras del policía. Además, según testigos, los agentes se ocuparon de recoger las balas del suelo antes que asistir al hombre herido. Tras todo esto, nuevas manifestaciones se han extendido por importantes núcleos de EEUU como Los Ángeles o Nueva York.