La ciberdelincuencia económica: el último de los grandes riesgos de la justicia penal

La reciente detención de 17 personas ligadas a una organización criminal con vínculos internacionales, dedicada a estafar a empresas y particulares así como al blanqueo de capitales, ha vuelto a desatar la polémica sobre el descontrolado aumento de los delitos económicos cometidos a través de internet.

Los detenidos actuaban con el mismo modus operandi en distintos países europeos: hackeaban los sistemas operativos de grandes empresas para tener acceso a información sensible sobre las mismas, y así podían conocer cuáles eran las operaciones financieras más importantes que realizarían y cuándo tendrían lugar. Una vez que lo sabían, usurpaban la identidad del CEO (ChiefExecutive Officer) y mandaban un correo electrónico a algún alto cargo de la empresa, como al Director General o al Vicepresidente; en dicha misiva, el falso CEO le decía a su subordinado que había surgido un imprevisto para cerrar la operación, por lo que tendría que ingresarle una cantidad determinada de dinero para poder cerrar el trato, ya que de lo contrario toda la operación se caería.

Son muchísimos los altos cargos de empresa que han caído en este tipo de estafas que cada vez son más comunes. Según la empresa americana de seguridad TrendMicro Cloud App Security, los intentos de este delito conocido como “timo del CEO” pasaron de 100.000 en 2018 a casi 400.000 en 2019; esto es, aumentaron un 271%.

Pero las ciberestafas no se limitan al ámbito empresarial, sino que su comisión es cada vez más diversa. Los ciberdelincuentes han encontrado en internet un campo de criminalidad perfecto para cometer estafas a todos los niveles: desde amas de casa, a personas comunes falsamente esperanzadas por obtener algún tipo de lucro, hasta altos empresarios.

EL CHIRINGUITO FINANCIERO

Otro caso mediático y famoso, sobre estafas online, fue revelado recientemente cuando el juzgado de Instrucción nº 29 de Madrid dictó el auto de sobreseimiento y archivo en una denuncia que interpuso un inversor en contra de un intermediario que le recomendó solicitar un crédito a un banco fantasma en Reino Unido.

En este caso un inversor español necesitaba un préstamo de 5 millones de euros; ninguna entidad bancaria española aceptó financiarlo por tanto dinero. Ante ello, el inversor se vio obligado a buscar entidades financieras extranjeras que lo ayudaran con este crédito, y así encontró por recomendación de un amigo una supuesta entidad bancaria con sede en Londres. Su amigo le recomendó acudir a sus oficinas y entrevistarse con los ejecutivos, pero el inversor no quiso llamar mucho la atención y se negó a hacerlo.

El inversor se comunicó únicamente a través de correo electrónico y llamadas telefónicas con la supuesta entidad bancaria, quien accedió a darle el préstamo por una garantía de 65.000 GBP, más algunos otros gastos. Éste accedió y realizó la transferencia sin inconveniente alguno, sin embargo, el banco le diría posteriormente que era un proceso largo y que para agilizarlo tendría que aportar otras cantidades dinero, que llegarían a alcanzar más de 750.000,00 euros hasta que la supuesta entidad bancaria desapareció.

Al no tener nadie a quién reclamarle su dinero, el inversor decidió denunciar a su amigo que le había recomendado solicitar el préstamo a esa entidad bancario. El encargado de defender al investigado fue el abogado penalista Juan Gonzalo Ospina, especialista en delitos económicos y delitos informáticos.

LA LÍNEA DE DEFENSA ONLINE

En la referida estafa online del préstamo que nunca llegó, Ospina, propuso en la fase de instrucción, realizar diferentes diligencias para demostrar la inocencia de su cliente. Todo ello desde el interrogatorio a su cliente, quien manifestó que él solo se había limitado a introducir por medios electrónicos al denunciado y a un supuesto ejecutivo inglés de ese banco, con quien él ya había tratado en antes e incluso había realizado algunas operaciones financieras sin inconveniente alguno. Negó haber recibido el dinero del que dispuso el denunciante para la apertura de la línea de crédito, aportando también extractos de sus cuentas bancarias en las que se acreditaba su dicho. Con ello, aunado a la imposibilidad de la Policía Nacional de rastrear los correos electrónicos y las direcciones IP del supuesto banco, Ospina solicitó el archivo de la causa y el juez instructor le dio la razón.

Al ser preguntado por este medio, el especialista en delitos económicos, Juan Gonzalo Ospina, recordó que los delitos económicos cometidos a través de internet (online) están en auge, por lo que hay que tomar todas las medidas de seguridad necesarias antes de realizar cualquier operación vía internet, ya que miles de personas son estafadas todos los días.

Juango Ospina recordó, que este tipo de estafas tienen algunos elementos en común que ayudan a saber cuando estamos en presencia de una:

1. Falsa expectativa de ganancias: a través de un producto financiero, como acciones o divisas; de unpréstamo o herencia, o incluso de cerrar una operación societaria, como en el caso del “timo del CEO”.

2. Usurpar la identidad de personas reales o incluso bancos reales: a través de la creación de cuentas de correo electrónico que son generalmente de particulares (-gmail, -hotmail, -yahoo, etc.) y no de dominios de páginasoficiales.

3. Insistencia por parte de los estafadores: a través del método acoso-derribo, los ciberdelincuentes se aprovechan de la vulnerabilidad o inexperiencia de sus víctimas para insistirlas hasta que realicen la correspondiente transferencia.

4. Disposición patrimonial: estos delincuentes suelen ofrecer algo de mucho valor que haga que lo que se solicite parezca irrelevante cuando supuestamente se obtendrá un beneficio mayor, sin embargo no es así, ya que el dinero generalmente es transferido a cuentas de personas físicas en el extranjero que hacer muy difícil su persecución penal.

El anonimato que conlleva este tipo de delincuencia y la gran dificultad de encontrar a los autores del delito, han generado un crecimiento continúo y cada vez más grande de estos delitos que han generado un derrame económico multimillonaria.

Ospina señaló que la única manera de detener el crecimiento progresivo en la comisión de estos es tomar las máximas diligencias cada vez que estamos ante un ordenador y no caer en la tentación de dinero fácil con poco esfuerzo, ya que ese ha sido uno de los principales motivos de los que se ha aprovechado la  para delinquir.