Condenado a prisiĆ³n permanente revisable el principal acusado de la muerte de Naiara

La Audiencia de Huesca ha condenado a a penas de prisiĆ³n a los tres procesados por la muerte de Naiara, de 8 aƱos de edad, ocurrida en la localidad de SabiƱƔnigo (Huesca) en 2017, tras ser humillada, torturada y golpeada. La resoluciĆ³n judicial ha declarado a IvĆ”n Pardo Pena, el principal acusado y tiastro de la pequeƱa, autor de dos delitos: uno de asesinato con las circunstancias agravantes de alevosĆ­a y minorĆ­a de edad de la vĆ­ctima, por lo que ha sido condenado a la pena de prisiĆ³n permanente revisable, y a una pena de 2 aƱos de prisiĆ³n por un delito de malos tratos habituales en el Ć”mbito familiar.

Los otros dos acusados, Nieves Pena y Carlos JosĆ© Pardo Pena, madre y hermano respectivamente de IvĆ”n Pardo y, por tanto, abuelastra y padrastro de la niƱa, han sido condenados a dos aƱos de cĆ”rcel cada uno de ellos como autores de un delito de malos tratos habituales en el Ć”mbito familiar, siendo absueltos del delito de asesinato que les imputaba la acusaciĆ³n particular.

En el caso de IvĆ”n, a las penas de cĆ”rcel por el delito de asesinato se suman, una medida de libertad vigilada, la prohibiciĆ³n de comunicaciĆ³n y aproximaciĆ³n a los padres de Naiara y la prohibiciĆ³n de residir en la localidad de SabiƱƔnigo. Cada una de estas penas con una duraciĆ³n de 10 aƱos a contar desde el momento en que hayan finalizado las penas privativas de libertad impuestas.

En concepto de responsabilidad civil IvƔn deberƔ indemnizar a la madre de Naiara, Mariela, con 120.000 euros, y al padre, Manuel Adolfo con 30.000 euros.

Los procesados Nieves Pena y Carlos JosĆ© Pardo, suman a la penas privativas de libertad, la prohibiciĆ³n de aproximarse a los padres de Naiara durante tres aƱos.

HECHOS PROBADOS

Naiara vivĆ­a con su madre, Mariela, y su padrastro Carlos JosĆ©, y sus hermanas en SabiƱƔnigo. Durante dos semanas, la niƱa estuvo en casa de IvĆ”n y Nieves, con la finalidad de corregir su conducta y su carĆ”cter, y Ā«donde le obligaron a permanecer de rodillas sobre ortigas, grava, granos de arroz o sal gruesa, le golpearon en brazos, piernas, espalda y cabeza, le privaron del sueƱo para hacer los deberes y estudiar, y le humillaron colocĆ”ndole una diadema con orejas de burro sobre la cabeza y le colocaron paƱales, a la vez que le grababan con los mĆ³viles y lo transmitĆ­an a otros miembros de la familiaĀ».

El dĆ­a 6 de julio de 2017, Ā«una vez se hubo marchado Nieves Pena de su domicilio a trabajar, cuando IvĆ”n regresĆ³ de su trabajo se puso a supervisar los estudios de Naiara y, al no encontrarlos satisfactorios para Ć©l, le golpeĆ³ repetidamente en la cabeza con los nudillos de su mano y le forzĆ³ a permanecer de rodillas sobre piedras de gravaĀ», se indica en la sentencia.

IvĆ”n, tras someter a la niƱa a varias torturas, tambiĆ©n golpeĆ³ a Naiara Ā«con los puƱos en cara boca y nariz, y patadas con botas con puntera de acero; la levantĆ³ y con fuerza la tirĆ³ y golpeĆ³ en varias ocasiones contra el suelo y contra una mesa, a resultas de lo cual quedĆ³ inconscienteĀ».

El acusado intentĆ³ reanimarla pero no avisĆ³ a los servicios de urgencias e impidiĆ³ que lo hicieran las menores que estaban en el mismo domicilio, hasta tiempo despuĆ©s, cuando la menor entrĆ³ en parada cardiorrespiratoria.

Finalmente, Naiara fue atendida por los servicios de urgencias de una parada cardiorespiratoria, y despuĆ©s ante la gravedad de su estado fue trasladada en helicĆ³ptero al Hospital Miguel Servet de Zaragoza.

El dĆ­a 7 de se produjo el fallecimiento de Naiara, Ā«debido a un traumatismo craneoencefĆ”lico severo, consecuencia de contusiones repetidas de la cabeza contra una superficie dura y plana, habiendo producido el fallecimiento por muerte encefĆ”licaĀ».

El acusado, segĆŗn se afirma en el texto de la sentencia, querĆ­a causar la muerte de la menor con los golpes que le dio en la cabeza, en cuyo cuerpo se encontraron hasta 56 lesiones externas repartidas por todo el cuerpo de Naiara.

Nieves Ā«conocĆ­a de primera mano estos castigos, puesto que Naiara vivĆ­a en su casa, y participaba propinĆ”ndole golpes con las manosĀ», y Carlos JosĆ© Ā«estaba al corriente de dichos malos tratosĀ».

Asimismo, destaca la sentencia que Ā«los castigos corporales impuestos a Naiara responden a una forma de entender la educaciĆ³n trasnochada, ampliamente superada, desproporcionada e injusta. Cuando ocurrieron los hechos enjuiciados habĆ­a terminado el curso escolar, la menor habĆ­a superado los exĆ”menes, por lo que no era indispensable en ese momento la recuperaciĆ³n y mejora en las materias escolaresĀ».