La carbonara es una salsa tradicional de la gastronomía italiana, que hemos adoptado en España y en el resto del mundo. Pero, ¿se parece en algo nuestra forma de prepararla, a la receta original? Con la carbonara pasa como con muchos platos típicos, que se van modificando en los distintos países y regiones, y al final aparecen variantes propias con su toque particular. Los cocineros profesionales también gustan de reinventar las antiguas recetas y transformarlas en algo nuevo. La cocina es así, creativa y adaptable, pero a veces platos de antaño se van transformando hasta el punto de que se convierten en algo diferente. Eso ocurre mucho con recetas de la gastronomía internacional y la carbonara es un claro ejemplo.
1LA CARBONARA AUTÉNTICA NO LLEVA NATA
En España hacemos mal la carbonara. Utilizamos ingredientes como nata, bacon, champiñones e incluso hay quien usa guisantes. Por muy delicioso que sea el resultado final, estamos cometiendo una aberración gastronómica que escandaliza a nuestros vecinos italianos, igual que les sucede a los valencianos cuando hacemos paella con chorizo, o a los japoneses con los makis de philadelphia. La salsa carbonara de verdad es mucho más sencilla de preparar porque solo lleva tres ingredientes, está aún más rica y es más saludable. ¿Quieres conocer la receta auténtica?
