Las croquetas son uno de los bocados más apreciados de nuestra gastronomía, y despiertan pasiones en todos aquellos que las prueban. Forman parte de nuestras tapas favoritas, y no hay nadie que se pueda resistir a ellas. El origen de este plato es humilde, ya que es la típica preparación pensada para aprovechar sobras, pero el resultado suele ser tan espectacular, que han conseguido compartir carta con los platos más sofisticados de la alta cocina. Si hay que ponerle un, pero a estas delicias de textura crujiente por fuera y cremosa por dentro, es que son bastante calóricas, con el añadido de que están tan ricas que no te puedes comer solo una.
5MEJOR CON FREIDORA SIN ACEITE
Y ya por fin llegamos a la última parte y la más conflictiva: la fritura. En este proceso la croqueta (y cualquier alimento) multiplica su nivel de grasas y calorías, y es uno de los principales handicaps de este delicioso plato. ¿Qué podemos hacer? Lo mejor es utilizar una freidora sin aceite, capaces de conseguir un resultado crujiente y perfecto, pero sin nada de grasas. Es un electrodoméstico ideal para las personas que disfrutan mucho de los alimentos cocinados de esta forma, ya que permite reducir calorías y hacer que los platos sean mucho más digestibles. Funcionan con aire caliente y solo necesitan una gota o dos de aceite para darles un toque jugoso.
