Pasos a seguir para burlar a la DGT y no pagar una multa de tráfico

Aunque todos los conductores debemos tener claro el reglamento general de circulación, a efectos prácticos, en el día a día, se dan circunstancias que hacen que nos relajemos y nos saltemos algunas normas, aún a riesgo de ser sancionados con la retirada de puntos y una multa, que puede ser más o menos cuantiosa. Si nos ha llegado una notificación para pagar una multa de tráfico, lo aconsejable es recurrirla, sea por la vía administrativa (en los recursos, propiamente dichos), por la vía ejecutiva (en la reclamación del importe, cuando la sanción ya es firme), o en los tribunales. Por cualquiera de estas vías podemos evitar el pago, sea por caducidad, prescripción u otros errores de procedimiento. Algunas personas optan por ignorar la sanción y dejarla pasar, lo cual que no es una buena idea ya por una parte, el importe seguirá creciendo progresivamente, y por la otra, perderemos el derecho a defenderos o a conseguir una reducción del pago. Así pues, tenemos dos opciones: aceptar la multa y pagarla con rebaja, o recurrirla. Y recurriéndola tenemos opciones a librarnos de ella.

¿Y SI ME PILLA UN RADAR?

En este caso lo que podemos hacer es pedir una foto del radar que nos incrimina para verificar que la fecha, la hora y la velocidad registradas coinciden con los datos reflejados en la sanción. Si la información es diferente podemos pedir que se anule la multa por error en la prueba. Tampoco sería válida si en la foto aparecen dos vehículos. También podemos solicitar un certificado de verificación del radar, ya que todos estos aparatos tienen que revisarse anualmente. Si se pone una sanción con el certificado caducado, esta no será válida.

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