Para poder ofrecer una adecuada atención a cada uno de sus pacientes, los profesionales del sector sanitario saben que es importante poder tener a disposición un consultorio con el equipo y el mobiliario adecuados. Más allá del conocimiento y la trayectoria, la tecnología y las herramientas utilizadas pueden ser garantía para un correcto tratamiento y diagnóstico durante la consulta.
En el caso de la oftalmología y optometría, las unidades de refracción son el punto central de todo consultorio, ya que en este espacio el especialista se encarga de examinar al paciente.
Gx2 es una empresa ubicada en Andalucía, con más de 25 años de experiencia en la venta de equipos orientados a la salud visual, donde es posible encontrar una amplia variedad de unidades de refracción, tanto para consultas oftalmológicas, como de optometría, de marcas caracterizadas por su calidad y estético diseño.
¿Qué son las unidades de refracción LIDYA II y Rondo Lens?
De las más populares en el campo de la optometría, las unidades de refracción LIDYA II y Rondo Lens pueden convertirse en el aliado perfecto de cualquier óptico-optometrista. Ambos equipos permiten que el especialista pueda cumplir con sus funciones de forma óptima, como determinar el grado de visión del paciente, definir si tiene algún defecto y, si es necesario, indicar la fórmula óptica que requiera.
Se debe tener en cuenta que la salud visual puede ser evaluada a cualquier edad, por lo tanto, no es indispensable que el paciente sepa leer o hablar, sino que puede ser examinado desde muy temprana edad. De acuerdo con especialistas en este sector, el diagnóstico a tiempo de cualquier defecto visual puede determinar el éxito del tratamiento.
Las funciones del óptico-optometrista
En líneas generales, el óptico-optometrista es aquel profesional que se encarga del cuidado y mejora del sistema visual de un paciente, pudiendo reconocer y tratar los problemas que provocan que este no funcione correctamente. Asimismo, su titulación universitaria le permite indicar si es necesario el uso de gafas o lentillas, así como recomendar terapias visuales y otro tipo de procedimientos preventivos, para evitar que algún síntoma se agrave.
Sin embargo, es importante recordar que un óptico-optometrista no es considerado un médico, por lo que no está en sus funciones detectar patologías. En cambio, si llega a sospechar la existencia de alguna, sí puede remitir al paciente a un oftalmólogo. En cualquier caso, para ambos profesionales de la salud visual, es indispensable el uso de la más avanzada tecnología, mobiliario y equipos para el desempeño de sus tareas.