El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha recibido este viernes la medalla conmemorativa del 90 aniversario de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que se ha celebrado esta semana, y a la que el mandatario, que ha impartido otra edición del curso ‘Quo Vadis Europa?’, confía volver «el año que viene, en mejores circunstancias políticas». Es un detalle curioso dado que Borrell lleva tiempo en contacto estrecho con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dado que el líder socialista tiene toda la intención de dar el salto a Europa (en calidad de presidente del Consejo Europeo) en cuanto tenga ocasión. A cambio, Sánchez le ha guardado el sitio y le mantendrá un puesto predominante tanto en el PSOE como en el Gobierno, si es que gana las elecciones.
Este medalla dice mucho porque Borrell ha dejado caer que espera volver a España, pero a su entorno le ha dicho algo más específico. El exministro tiene claro que no se va a jubilar y que aún le quedan coletazos que dar en la política española. Y en esta entrega de medalla el comisario Europeo lo ha dejado claro: tiene un asiento en el Gobierno si es que gana las elecciones y otro asegurado, este sí, en el Congreso.
El también vicepresidente de la Comisión Europea ha recibido la distinción tras clausurar el encuentro –que ha dirigido bajo el lema ‘El nacimiento de la Europa geopolítica’— y de manos del rector de la UIMP, Carlos Andradas, quien ha explicado que se otorga a personalidades con una especial vinculación con la institución, como es el caso del mandatario europeo, cuya presencia ha sido una constante en los Cursos de verano de Santander.
Borrell se ha mostrado agradecido, tanto con la universidad como conlos participantes en el curso, y se ha despedido deseando «que nos veamos el año que viene, en mejores circunstancias políticas».
Con este acto se ha puesto fin a una semana de debates en la XXII edición de un curso que ha girado en torno a la guerra de Ucrania y consecuencias como la dependencia europea del gas ruso, y en el que han participado personalidades de la política europea e internacional y del ámbito de la tecnología y de la comunicación. Entre todos, han abordado el papel de la UE como actor político en el orden mundial, así como los nuevos retos y estrategias a los que se enfrenta.
Entre otros, han intervenido Thierry Breton, Comisario Europeo de Mercado Interior; Sylvie Kauffmann, directora editorial del diario Le Monde; Mikko Huotari, director del Instituto Mercator de Estudios de China; Susana Malcorra, exministra de Asuntos Exteriores de Argentina; Jaume Duch, director general de Comunicación del Parlamento Europeo; o Cristina Lobillo, directora de Política Energética de la Comisión Europea.
Todos ellos han aportado su experiencia y visión sobre algunos de los temas que centran el debate político europeo: el papel de China y los países del Sur, la energía y el cambio climático o el uso de la información.
La tecnología ha sido otro de los ejes en torno a los que se han articulado los debates, donde se ha puesto en valor el papel clave que tiene en el ámbito de las relaciones internacionales.
En la clausura del curso también han participado Anna Terrón, directora de la FIIAPP; el eurodiputado Guy Verhofstadt; y Giorgio Anselmi, presidente del Movimiento Federalista Europeo.
En ella, Borrell ha hecho un llamamiento a la «solidaridad», aunque ha recordado que «siempre tiene un coste», y ha planteado la necesidad de «construir una cultura estratégica europea que supere la historia y la geografía.