Mojo: cómo hacer esta salsa canaria que le da un toque especial a tus platos

Uno de los productos estrella de la gastronomía canaria y los que más llaman la atención de todos los turistas, son los mojos. Es el nombre que se utiliza para las diferentes salsas típicas con base de aceite, ajo y vinagre, y que con el tiempo se han convertido en una seña identidad de la cocina de las islas. Pero, ¿sabes de donde provienen? El origen de estas sabrosas salsas es Portugal, ya que la influencia lusa en el archipiélago canario ha sido fuerte a lo largo de cierto periodo de su historia. Para los portugueses ‘molho’ es una salsa en general, pero Canarias le dio un significado más elevado convirtiéndolo en un aderezo con nombre propio y un valor único.

LAS PAPAS

Cuando pensamos en mojo canario, automáticamente pensamos en papas arrugás, por ser el acompañamiento más frecuente para mojar en las salsas. Un plato simple como unas patatas cocidas, se ha convertido en uno de los iconos gastronómicos de las islas Canarias. ¿Cuál es el secreto? Simplemente cocerlas con piel en agua con abundante sal. Esto provoca que la patata se deshidrate y presente ese aspecto arrugado tan peculiar. Tradicionalmente se utilizaba agua de mar para esta cocción y se colocaba todo en una cacerola junto a un trozo de limón. Una vez hervidas, se tira el agua y se vuelven a introducir en la cacerola vacía y se les da una vuelta al fuego durante unos minutos para que se sequen. Después se apaga el fuego y te tapan con un paño hasta el momento de consumirlas. Es importante que las papas tengan un tamaño adecuado, preferiblemente pequeñas.

mojo picón verde y rojo