Cada vez son más las propuestas que puedes tener en mente para preparar durante el invierno. Sin embargo, si hay algo que no fallará, es optar por un caldo, una crema o una sopa de cebolla.
Esta última es una de esas recetas clásicas que nunca pueden faltar en tu mesa. Ideal como entrante, pero también como plato principal, si algo consigue es hacer que los comensales entren en calor. Algo perfecto para la época.
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7Sirve y disfruta de una receta de excepción
A la hora de servir la sopa de cebolla puedes optar por volcarla directamente una una sopera grande o elegir seis soperas de tamaño pequeño e individuales. Sin embargo, debes tener en cuenta que las soperas deben resistir el calor. Para terminar, sobre la sopa, coloca las rebanadas de pan con ajo y espolvorea el queso rallado. Al final, termina la cocción de la receta dentro del horno a 200 grados hasta que se forme una costra gratinada. Ahora sí, la puedes servir para disfrutar.
