Pedro Sánchez está intensificando su presión sobre los medios públicos, tal y como se ha visto en la propuesta de Miguel Ángel Oliver como presidente de EFE después de haber pasado por la secretaría de Estado de Comunicación (tras desarrollar una carrera en Prisa y Mediaset).
El presidente del Gobierno también controla con mano férrea RTVE, previsiblemente como deshonrosa estrategia para compensar la falta de equilibrio en el conservador sistema mediático español. Esta asimetría se está agudizando con las críticas a La Moncloa del único gran multimedia afín al PSOE, el Grupo Prisa.
NEGOCIACIÓN, AMNISTÍA…
El secretismo de la negociación gubernamental ya airó a Prisa, que lo hizo saber a través de varios editoriales de El País, que el pasado 1 de diciembre también le afeaba su opaca negociación con Junts per Catalunya en Suiza.
«Si el Gobierno de Pedro Sánchez pretende salir indemne de la decisión de pactar una amnistía a los líderes del procés para lograr su apoyo parlamentario, la peor estrategia es negociar los detalles del acuerdo político que alumbró la ley con opacidad, en el extranjero y bajo la mirada de un verificador internacional», afirmó el diario generalista líder en papel.
«El Gobierno necesita generar confianza ciudadana en sus propósitos, pero el encuentro se produce bajo una falta de transparencia difícil de hacer compatible con ese objetivo. La polémica proposición de ley de amnistía se presentó con claridad y detalle y el resto de los asuntos a negociar están en el pacto ya hecho público. Nada explica, pues, el secretismo que rodea los siguientes pasos», añaden.
La tensión entre El País y el Gobierno se evidenció con la publicación del periódico de una encuesta que dice que el 60% de los españoles son contrarios a la amnistía. En La Moncloa creen que la publicación de este sondeo, que venía acompañado de otro que decía que el PP y Vox alcanzarían mayoría absoluta en una repetición electoral, no era casual ya que ese día Pedro Sánchez visitaba los estudios centrales de la Cadena SER.
La tensión entre Prisa y el Gobierno se evidenció con la publicación de una encuesta que otorgaba malos resultados para el PSOE
El presidente del Gobierno ante Àngels Barceló en el ‘Hoy por hoy’ intentó justificar la negociación ante las preguntas de la locutora líder de las mañanas radiofónicas. «Ya lo dije con los indultos, la intención era volver a ese punto, antes de 2017, cuando nos separamos. Es poner el contador a cero, pero no es poner la memoria a cero. Todos debemos de extraer conclusiones. Me llama la atención, en negativo, lo que estamos viendo en el PP, que después de todo vuelve a utilizar la cuestión catalana como un elemento de confrontación», aseguró Sánchez.
Que abogó «por la normalización y la superación de los conflictos. Amnistía significa poner el contador a cero, no la memoria a cero. Lo importante es la intención de excepción a la norma».
EFE E IMPUESTO A LAS ENERGÉTICAS
Otra entrevista en el mismo programa, en este caso la de José Luis Sastre a la vicepresidenta tercera Teresa Ribera a cuenta de la posible modificación del impuesto extraordinario a las energéticas, también ha tensionado las relaciones Gobierno-Prisa.
A la mala relación también ayuda otro editorial de El País, en este caso por el nombramiento como presidente de EFE de Miguel Ángel Oliver, antaño estrella del Grupo Prisa en medios como la SER o Cuatro. Dice El País que «el nombramiento daña la imagen de la agencia y del propio Ejecutivo, primer responsable de establecer los estándares de decoro institucional en una democracia. Las críticas están plenamente justificadas».
El diario dirigido por Pepa Bueno recuerda de Oliver que «como responsable de Comunicación de La Moncloa, la gestión de Oliver destacó por la protección militante del Gobierno por encima del servicio a los medios. Llegó a provocar la protesta colectiva de cientos de profesionales por tratar de imponer un control previo en las preguntas al Ejecutivo, especialmente durante la pandemia».
