Castilla y León se baja los pantalones y permitirá cazar en pleno confinamiento

  • Al igual que los niños, los cazadores podrán romper el confinamiento, pero solo para cazar conejo y jabalí.
  • La Junta cede a las demandas de asociaciones como Anatur, que dicen que la biodiversidad.
  • Una de las excusas para cazar estos animales es que, dicen, están causando accidentes de tráfico.
  • La relación de la Junta de Castilla y León con la caza es una historia de amor con pocos precedentes. No es ningún misterio que desde la administración autonómica se han sentido favorables al hecho de permitir que los cazadores salgan a hacer lo que más les gusta durante el confinamiento. Cuando se decretó la cuarentena se sintieron tentados de hacerlo, pero rectificaron por la presión social y mediática. Ahora, enmascarado en la idea de la necesidad controlar la población del conejo y del jabalí durante la primavera y bajo la premisa de que la actividad cinegética es fundamental para mantener equilibrado el ecosistema y la biodiversidad, la Junta ha dado luz verde para que los cazadores salgan a dar unos tiros en plena cuarentena, tal y como ha podido saber MONCLOA.COM.

    Los niños podrán salir a pasear y los cazadores a disparar. «En esta época del año las poblaciones de determinadas especies cinegéticas, fundamentalmente de jabalí y de conejo, están provocando que en zonas de Castilla y León se produzcan daños a las personas y a sus bienes», detallan desde la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal, dependiente de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Al parecer, hay tantos conejos y jabalíes por el campo que se están produciendo «accidentes de tráfico, daños sobre los cultivos agrícolas y transmisión de enfermedades al ganado». Y ahí es donde entra la escopeta.

    Ante tan grave situación, desde la Junta de Castilla y León se han visto obligados a ceder a demandas de asociaciones de caza como Anatur y permitir a los cazadores saltarse el confinamiento que mantienen millones de personas para que puedan pegar unos tiros para reducir la descontrolada población de algunas especies.

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    Eso sí, desde la Consejería se han mostrado prudentes, y no permitirán cualquier modalidad de caza. Respecto a la caza de jabalí, «únicamente se autorizarán las modalidades de aguardo o espera. Se informarán desfavorablemente y, por tanto, no se autorizarán los controles en los que se soliciten modalidades colectivas (monterías, ganchos o batidas)». Y respecto a la del conejo, «se informarán favorablemente y se autorizarán modalidades practicadas por una sola persona (espera, al salto o a rabo) y las modalidades colectivas se restringen el número máximo de participantes a dos personas».

    Todo, siempre acompañado de una serie de recomendaciones enfocadas a evitar los contagios. «Los desplazamientos en vehículos deberán realizarse según las indicaciones realizadas por el Gobierno de España de acuerdo al tipo de vehículo. En el caso de concurrencia de dos participantes, en el supuesto excepcional previsto, estos deberán portar mascarilla y guardar una distancia mínima interpersonal de seguridad de dos metros en la realización del control poblacional. Los medios o vehículos que vayan a ser utilizados o entrar en contacto con otras personas deberán desinfectarse de acuerdo a las indicaciones recomendadas por el gobierno de España”

    Esta medida adoptada por la Junta responde, casualmente, a una demanda de Anatur, que exigía que se concedieran permisos nominales para que pudieran salir a cazar en plena cuarentena para controlar la población descontrolada de especies cinegéticas. A lo que parece que el director de Patrimonio Forestal, José Ángel Arranz Sanz, parece haber cedido con todo lujo de detalles.

    La demanda de Anatur era para poder cazar cualquier tipo de animal pues, según su criterio, sin ellos la biodiversidad se descontrolaría de forma exagerada. Este argumento, pero con matices, es el que ha asumido la Junta para permitir que se pueda salir a cazar en plena cuarentena. Los niños podrán salir, y con ellos, los cazadores de Castilla y León.