La portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, percibe que el Gobierno ha reeditado la «vieja tradición socialista» consistente en culpar a la oposición de «crispar» para tapar la mala gestión de sus gobiernos, como hizo a su juicio Felipe González con los escándalos de los GAL y Filesa, o José Luis Rodríguez Zapatero en medio de sus negociaciones con ETA o cuando estalló la crisis económica.
En la sesión de control al Ejecutivo en el Pleno del Congreso, Álvarez de Toledo ha arremetido contra el Gobierno de coalición: «Progresista se hacen llamar, involución es lo que traen del estado democrático y con él, de la paz política y social».
La diputada ‘popular’ ha acusado al Ejecutivo de Pedro Sánchez de degradar a las instituciones, un camino que en su opinión comenzaron al situar a la exministra de Justicia Dolores Delgado al frente de la Fiscalía General del Estado, continuó con el intento de la Abogacía del Estado de desacreditar a la juez que investiga al delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, por autorizar la manifestación del 8M, y prosiguió con decisiones como la de pactar la derogación de la reforma laboral con Bildu, un partido que «justifica el asesinato político».
Pero cuando el PP denuncia todas estas actuaciones, entre otras, el Gobierno les «acusa de crispar», se queja Álvarez de Toledo. «Y lo último, cesan a un coronel de la Guardia Civil por negarse a cometer un delito, luego mienten en el Senado. Lo denunciamos y nos acusan de crispar», ha señalado en relación con el cese del jefe de la Comandancia en Madrid, Diego Pérez e los Cobos.
«Nos quieren sumisos y silentes. Olvídese», le ha advertido a la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, a quien dirigía su pregunta en el Pleno. «No son nuestras palabras las que causan la crispación. Son sus hechos y por tanto son ustedes los que habrán de rectificar para devolver el sosiego a la nación», rectificación que, a juicio de Álvarez de Toledo, debe comenzar por la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, por haber cesado a Pérez de los Cobos alegando falta de confianza por no mantenerle informado acerca de las actuaciones que como policía judicial el cuerpo estaba haciendo a petición de la juez que investiga a Franco.
«¿Cómo es posible que el presidente Sánchez aún no le haya cesado? Márchese, ni el tatuaje en su muñeca ni el título de su autobiografía dicen la verdad. Usted da pena y miedo», le ha espetado al ministro Marlaska, sentado en la bancada azul reservada a los miembros del Gobierno.
ACTITUD IMPROPIA DEL JEFE DE LA OPOSICIÓN
Calvo ha optado por no contestar directamente a la portavoz ‘popular’, sino que ha afeado la actitud que percibe en el líder de su partido, Pablo Casado, que considera «impropia» de un «líder joven de un partido de derechas europeo y de una gran democracia como la española».
La vicepresidenta ha recordado cómo Casado en este pleno le ha dicho al Gobierno que ya les habían advertido previamente de que «no podrían gobernar». «¿En qué anda cuando pierde las elecciones, cuando esta Cámara le otorga la confianza legal y legítima a un candidato y forma gobierno?», se ha preguntado Calvo.
La ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática ha recordado que después Casado ha advertido al presidente Sánchez de que «le acabarán pescando». «Teniendo en cuenta que ningún miembro del Gobierno somos pescados, ¿en qué anda usted, señor Casado, en qué andan contra el Gobierno constitucional de España en el peor momento trágico de este país? ¡Cuénteselo a los españoles!», le ha espetado la vicepresidenta.