Letizia siempre se ha caracterizado, desde que llegara hace ya casi veinte años a la Casa Real, por su fuerte carácter. La esposa del rey Felipe VI ha hecho gala del mismo en varias ocasiones. De hecho, se dice que la misma Casa Real se ha visto obligada a llamarle la atención para que la reina cambiara su comportamiento.
Su relación con los miembros de la Familia Real, sobre todo con los reyes eméritos y las hermanas del actual rey, nunca ha sido un camino de rosas. Sus suegros siempre estuvieron en contra del compromiso entre su hija y la periodista. Sin embargo, la mala relación con las infantas Elena y Cristina vino después, a raíz de la convivencia entre las cuñadas.
En los últimos años, la reina ya no esconde nada, cosa que preocupa cada vez un poco más a Zarzuela en tiempos en los que la monarquía goza de peor fama. Descubre las mayores meteduras de pata de Letizia en actos públicos.
Polémicas también fuera de los focos
Las malas contestaciones también persiguen a la reina. Hubo una vez que se dirigió a El Corte Inglés para comprar un champú. Ella buscaba un producto en concreto, pero en ese momento no contaban con él dentro de la sección de belleza del establecimiento.
La dependienta le ofreció otro para contentarla. Sin embargo, parece que no fue del gusto de la esposa de Felipe VI, que respondió sin dudar: «Sí, claro, para que me manchéis el pelo de grasa», en un tono nada agradable.
Además, cuando Letizia se percató de que el resto de dependientes se le habían quedado mirando, no dudó en espetar: «Vaya, ya está todo el mundo mirando en lugar de trabajar».
