El PP se prepara para fagocitar Ciudadanos y hacer hueco en sus listas a los dirigentes conocidos

El Partido Popular estĆ” de enhorabuena, al igual que el PSOE. El bipartidismo ha aguantado los golpes de las formaciones nuevas. A los socialistas se les puso en jaque con la entrada en el panorama electoral de Unidas Podemos y al PP le pasĆ³ algo similar, pero de la mano de Ciudadanos. Sin embargo, estos proyectos nuevos parecen estar completamente abocados al fracaso, segĆŗn las Ćŗltimas encuestas. Y en el Partido Popular ya se preparan para fagocitar lo que quede de la formaciĆ³n naranja dejando un hueco en sus listas a las cabezas mĆ”s visibles de Ciudadanos. Pero para no alarmar, empezarĆ”n por los municipios y las comunidades autĆ³nomas.

La estrategia estĆ” perfectamente urdida. El PSOE no se plantea, por el momento, acabar con Unidas Podemos dado que este partido, pese a que se desinflama con el paso de los meses, cuenta con un grupo de votantes muy fiel. Sin embargo, el PP sabe que el electorado de Ciudadanos es volĆ”til y es consciente de que con un simple empujĆ³n disfrazado de tendida de mano serĆ” suficiente para hacer desaparecer a Ciudadanos del mapa polĆ­tico. Eso sĆ­, la estrategia que barajan en GĆ©nova es empezar poco a poco, es decir, por los municipios y alguna que otra comunidad autĆ³noma en la que la formaciĆ³n naranja no sea mĆ”s que la sombra de lo que era

Es mĆ”s fĆ”cil empezar por los ayuntamientos. AsĆ­ no se levantarĆ”n sospechas. Lo cierto es que la estrategia ya estĆ” perfectamente elaborada, y pasa por abrir un hueco en las listas (como nĆŗmero dos, tres o incluso mĆ”s) a quienes formen parte de Ciudadanos en los municipios y tengan unos pronĆ³sticos electorales poco alentadores. Todo esto harĆ” que Ciudadanos pierda fuelle con el paso del tiempo y quizĆ”s pierda presencia en muchos municipios espaƱoles en cuestiĆ³n de dos o tres aƱos. 

Quienes se presentaron de la mano de la formaciĆ³n naranja no son polĆ­ticos fieles a las siglas. Son liberales que no deben una lealtad al partido, y esto hace muy fĆ”cil para el PP abrirle una pequeƱa ventana a travĆ©s de la cual dar la puntilla a Ciudadanos en muchas regiones y territorios. Esto pasarĆ”, pero tambiĆ©n se podrĆ” ver incluso en alguna que otra comunidad autĆ³noma, aunque sea mĆ”s difĆ­cil. 

Por lo pronto, el PP espera dar el toque de gracia a Ciudadanos en dos aƱos. La erosiĆ³n del Gobierno central beneficiarĆ” de forma directa a los populares, ya que ha quedado claro por las encuestas que el Partido Popular se infla con el paso del tiempo, aunque sea poco a poco. Esto lo saben en GĆ©nova y saben que Ciudadanos estĆ” condenado a desaparecer (o al menos a ser el nuevo UPyD, ya extinto) y a tener que pactar con el PP si quiere tener cierta relevancia. Vamos, que es una muleta que pierde utilidad con los aƱos y los populares lo saben.

No es nuevo esto para el Partido Popular ni para Ciudadanos. Ya se hablĆ³ de presentarse juntos a algĆŗn que otro territorio bajo las siglas de EspaƱa Suma, pero el tema no saliĆ³ como esperaban. La diferencia es que ahora, a sabiendas de que el electorado de Ciudadanos es el ala moderada del PP cansada de la corrupciĆ³n que salpica el partido aĆŗn a dĆ­a de hoy, desde GĆ©nova lo van a llevar a cabo sin renunciar a sus siglas. El bipartidismo ha vuelto gracias a la pandemia y el PP forzarĆ” su maquinaria para poder restablecerse despuĆ©s de que Vox se desprendiera de la formaciĆ³n por la derecha y se haya convertido en esa Ā«derechita valienteĀ» que convence a los mĆ”s enfadados con el Gobierno socialista. 

Ya no habrĆ” EspaƱa Suma, pero Ciudadanos sĆ­ que se integrarĆ” en las filas del PP con el paso del tiempo. MĆ”s de un candidato naranja quiere seguir en la polĆ­tica y sabe que la Ćŗnica opciĆ³n puede ser aceptar el asiento que cedan desde el PP a cambio de hacer desaparecer la formaciĆ³n. Y pasarĆ”, segĆŗn detallan fuentes tanto de GĆ©nova como de Ciudadanos, ambas conscientes de la realidad a la que se enfrenta el centro-derecha espaƱol.

El salto difĆ­cil es de los municipios a las comunidades autĆ³nomas. En los pueblos o ciudades es mĆ”s fĆ”cil desgranar o hacer desaparecer las siglas siempre que exista una matriz. En las comunidades autĆ³nomas como la de Madrid ya puede ser mucho mĆ”s complicado. AĆŗn asĆ­, desde el PP no descartan la posibilidad de intentar acabar con la serpiente fichando a la cabeza de lista. 

VOX, EL IMPOSIBLE

Ciudadanos es mĆ”s fĆ”cil de fagocitar, pero quien realmente se ha convertido en un problema insalvable para el PP es Vox. Desde GĆ©nova no se plantean introducir en sus filas a dirigentes de la formaciĆ³n que preside Santiago Abascal bajo ningĆŗn concepto. El problema es que el carĆ”cter y el momento electoral (el mejor de su breve historia) de esta formaciĆ³n de extrema derecha hacen imposible que el PP tenga otra forma de pactar con ellos que no sea cediendo de forma considerable y llegando incluso a coaliciones esporĆ”dicas, pues el PP sin Vox no serĆ” capaz de llegar al PP. 

Vox tampoco contempla hacer nada en polĆ­tica si no es de la mano del Partido Popular, pero sĆ­ que quiere condicionar la polĆ­tica de los populares y escorarla a la derecha. Y si Abascal puede sacar algĆŗn beneficio inesperado de este trato, como el de ser vicepresidente del Gobierno en caso de que den los nĆŗmeros para que Casado gobierne, mejor que mejor. Aunque por el momento sĆ­ que es cierto que los de Abascal se han conformado con orientar la polĆ­tica del PP sin necesidad de entrar en el Gobierno, en caso de los autonĆ³micos.